3 consejos para proteger los oídos de los niños al viajar en avión
El despegue y el aterrizaje de un vuelo son los dos momentos más delicados de un viaje para los oídos. ¿Alguna vez has sentido que se te han taponado los oídos en un avión? Lo que puede ser una pequeña molestia para los adultos, puede convertirse en una sensación dolorosa e incómoda para los niños y los bebés. ¿Pero, por qué a los niños le duelen los oídos en los aviones? Te explicamos el motivo y algunas recomendaciones y trucos para evitar esta sensación en bebés y proteger los oídos de los niños al viajar en avión.
Por qué a los niños le duelen los oídos en el avión
La explicación de por qué los niños lo pasan peor con los oídos en los aviones es sencilla y la clave está en las Trompas de Eustaquio, los tubos que conectan el oído medio con la garganta. En el caso de los bebés, “sus trompas de Eustaquio son más cortas, estrechas y más horizontales, lo que hace más difícil para ellos regular la presión en los oídos. Y, en definitiva, provoca una sensación más dolorosa para los más pequeños”, señala Aina Bastús, Audioprestista y Logopeda de Audika España.
De hecho, esta disfunción en las trompas de Eustaquio, que ya puede ser difícil de soportar en situaciones habituales, aumenta aún más en situaciones de acumulación de presión. Según Bastús, “las trompas de Eustaquio son las responsables de que la presión se distribuya por igual entre el oído externo y el medio”. Y “también se encargan de drenar el líquido del oído medio para garantizar que los conductos están despejados y libres de obstrucciones”, añade. Lo que sucede si se bloquean es un aumento de dolor, sobre todo en los más pequeños. Motivo por el que los bebés siempre suelen llorar en los aviones.
Recomendaciones para cuidar los oídos de los niños en avión
Estas trompas suelen estar cerradas, pero se abren al masticar, tragar o bostezar. Por ello, las principales recomendaciones y trucos de los expertos para aliviar el dolor de oídos en los aviones están relacionados con estas prácticas:
- Si viajas con bebés, lo más recomendable es darles un biberón o un chupete tanto en el aterrizaje como en el despegue. La sensación de succión de la tetina contribuye a abrir las trompas de Eustaquio de los oídos y, por tanto, a evitar bloqueos dolorosos del conducto. Es una manera de aliviar el dolor que pueden sufrir por los cambios de presión provocados en esos dos momentos claves del vuelo.
- A los niños pequeños y a las personas más mayores, les puede servir comer caramelos o masticar chicles. También puede ayudar bostezar, aunque puede resultar un poco más aburrido provocar el bostezo durante el despegue y aterrizaje. Masticar el chicle o chupar el caramelo contribuyen a que las trompas de Eustaquio no se bloqueen y, de esta manera, permite regular el oído en los momentos de mayor presión.
- Otra opción es comer o beber algo en estos dos momentos. La explicación es la misma, al comer o beber algo en estos momentos clave las trompas de Eustaquio no se bloquean ni se taponan los oídos por el cambio de presión.
Si has probado estos trucos y no te funcionan, te recomendamos que consultes con un especialista profesional para conocer otros remedios tales como antihistamínicos, aerosoles nasales o descongestionantes, entre otros.