Con el método del arpón se quedaban con el dinero que sacaban los clientes del cajero
La perspicacia se multiplica para conseguir dinero rápido. Un grupo de delincuentes detenido por la Policía creaba cuentas bancarias en las oficinas donde después darían golpes con las tarjetas de débito que usaban en los cajeros. El ‘arpón’ consistía en que los detenidos efectuaban un reintegro de efectivo en un cajero y, en el momento en que se abría el expendedor de billetes, instalaban un artilugio artesanal, el denominado ‘arpón’. El cometido de este arpón no es otro que atrapar el dinero del siguiente cliente que retirara alguna cantidad de efectivo, quedando los billetes atrapados en el arpón. Cuando la persona se marchaba pensando que había sido un fallo técnico del cajero, los detenidos volvían a la entidad bancaria y sacaban el arpón con los billetes atrapados, teniendo para ello que fracturar previamente la trampilla de extracción de dinero con una palanqueta.
Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, en el marco de la Operación Arpón, han logrado desmantelar un entramado delictivo compuesto por una docena de personas, que ha permitido esclarecer, hasta el momento, setenta y tres hechos delictivos, -cuarenta cometidos en demarcación territorial de la Guardia Civil y treinta y tres en territorio de la Policía Nacional-. Los delitos, cometidos en Tres Cantos, Madrid, Boadilla del Monte, Pinto, Rivas Vaciamadrid y varias localidades del sur de la Comunidad de Madrid, han sido detectados tras intervenir varios artilugios artesanales (arpón) que, para introducirlos en el expendedor de billetes, era necesario realizar un reintegro de efectivo.
La investigación, iniciada por el Área de Investigación del Puesto Principal de la Guardia Civil Tres Cantos, comenzó el pasado mes de noviembre tras tramitarse la correspondiente denuncia y descubrir el tipo de herramienta utilizada por esta organización. A raíz de este hecho, se puso en marcha el oportuno dispositivo de vigilancia, donde se comprobaron todos y cada uno de los cajeros de la localidad, lo que permitió descubrir el modus operandi empleado.
Guardia Civil y Policía
Los investigadores lograron identificar a una parte de los integrantes de la investigación, siendo en este punto, cuando se descubrió que la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid, de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, estaba también tras esta banda, por lo que se decidió aunar los esfuerzos de ambos Cuerpos para, a partir de este punto e intercambiando la información correspondiente, continuar con las pesquisas.
Fruto de este trabajo conjunto, se lograba averiguar que la organización contaba con colaboradores que se encargaban de abrir cuentas bancarias, y hacerse de esta manera con la correspondiente tarjeta de débito, la cual era entregada al entramado delictivo que la utilizaba para extraer dinero y, en el momento que se abría el expendedor, colocar el arpón, lo que les permitiría quedarse con los reintegros de los ciudadanos a partir de ese instante. Las víctimas achacaban, generalmente, a un fallo técnico del cajero esta anomalía, por lo que la denuncia no se materializaba hasta que les llegaba el correspondiente recibo de movimientos.
En el marco de la operación han sido intervenidos diversos arpones y se han realizado dos registros domiciliarios en Madrid y Parla, donde ha sido localizado distinto material utilizado por la banda, así como tarjetas de crédito, libretas y automóviles. La mayor parte del dinero que obtenían era enviado a Rumania a través de empresas especializadas. Así mismo se ha logrado bloquear 16 cuentas bancarias propiedad de los detenidos.
Los encartados detenidos son diez varones y dos mujeres de origen rumano, ecuatoriano y español, con edades comprendidas entre los 20 y los 44 años de edad, vecinos de Parla y Madrid y con antecedentes por hechos relacionados contra el patrimonio. Además, se ha imputado a otras tres personas más por los mismos hechos. El juez que entiende de la causa decretó el ingreso en prisión de los dos cabecillas de esta organización criminal ahora desarticulada.