Las camillas de masaje son un producto fundamental, útil y versátil que tiene diferentes finalidades. Son el producto ideal si tienes dolencias musculares y necesitas recibir algún tratamiento de masaje así como para fines médicos o estéticos. Si eres esteticista o peluquero especializado en barbería, este producto te será de gran ayuda para aportar una comodidad extra a tu servicio.
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Cómo saber qué comprar
Tipos
Las camillas de masaje son productos que se utilizan hasta en tres ámbitos diferentes: en el de la medicina, fisioterapia y en el ámbito de la estética.
En función del uso que vayas a darle, existen diferentes tipos de camillas. Aunque la primera distinción que hay que hacer en este punto es entre camillas de masaje fijas y camillas de masaje portátiles.
Plegables o portátiles
Las camillas de masaje plegables o camillas de masaje portátiles que hemos detallado arriba son muy cómodas de transportar. Estas ligeras camillas facilitan su transporte. Con esta misma finalidad, son plegables como su nombre indica, por tanto, se pueden doblar, plegar y quedar reducidas a un bulto mucho más pequeño que sirva para transportarlas sin apenas esfuerzos.
La parte negativa de este tipo de camillas es que cuanto menos pese y más ligera sea, también será menos estable. Sin embargo, son la opción ideal si das masajes a domicilio o eres una esteticista que trabaja a domicilio.
Fijas
En el otro extremo están las camillas de masaje fijas, es decir, las que resulta complicado mover. Son productos más pesados y estables que se colocan en un lugar fijo.
Están dirigidas a personas que tratan a diferentes pacientes y que puede sacarle mayor partido al producto porque son más estables, más grandes y sólidas. Este tipo de camillas están pensadas para colocarlas en un punto fijo y no moverlas de este sitio.
Hidráulicas
Las camillas hidráulicas son un tipo específico de producto en el que puedes regular de forma manual tanto la altura de la camilla como la inclinación de cada una de las partes.
Se ajustan a la perfección a cada zona específica de cada caso particular. La independencia de regular cada una de las partes es la gran ventaja de este tipo de camillas.
Eléctricas
Como su nombre indica, las camillas eléctricas son las que dependen de la electricidad para poder regular su altura e inclinación. Son más cómodas que las hidráulicas porque no requieren de más esfuerzo que apretar un botón para regular la altura o inclinación deseada, pero como desventaja si falla el sistema eléctrico, no podrás modificar nada de la camilla.
Para estética
Para fisioterapia
Características
A la hora de elegir una camilla, hay que tener una serie de características en mente para hacer una buena compra.
Resistente al agua y aceites
Es importante que el material de la camilla sea resistente al agua y a los aceites. Esto proporcionará un mayor refuerzo a la camilla y alargará su vida.
Gracias a esta característica podrás recibir o dar masajes con aceites esenciales, geles o agua sin temor a que se agriete la funda o revestimiento de la camilla.
En este punto es importantísimo que si vas a utilizar geles, aceites o agua, el material de la camilla de masaje sea antideslizante para poder relajarnos sin miedo a resbalarnos. Si la camilla desliza tendremos que estar pendientes constantemente de hacer fuerza para evitarlo y la camilla no nos servirá para nada.
Material
Un material resistente proporcionará una mayor seguridad y fiabilidad del producto. Además, conseguirá que la camilla dure más tiempo en perfecto estado. Tipos de materiales:
Madera: Suelen ser más robustas y pesadas, pero dan una gran estabilidad. La madera es además un material bastante duradero. Suele ser el material de camillas fijas.
Aluminio: Este material suele estar presente en las camillas plegables o portátiles porque es mucho más ligero que la madera y permite su fácil transporte.
Plástico: Este material suele aparecer mezclado con el aluminio en las camillas portátiles.
Acero: Es un material más pesado y resistente, suele estar incluido en camillas para fines médicos que tienen gran duración y por la que pasan todo tipo de pacientes.
Apoyabrazos y reposacabezas
Para una mayor comodidad de la persona que recibe el masaje los apoyabrazos son un factor a tener en cuenta para poder tumbarse de forma cómoda y no dejar los brazos colgando.
Lo mismo ocurre con el reposacabezas. No es lo mismo que en la camilla exista una zona específica para dejar la cabeza de manera cómoda que tener que apoyarte en la camilla sin sujeciones y con una mala posición del cuello.
En la mayoría de camillas tanto los brazos como la zona de la cabeza e incluso los pies se pueden quitar. Son partes extensibles de la camilla que se quitan y ponen para poder ajustarte a la necesidad de cada caso particular.
Relleno
Las camillas se usan con el fin de relajarnos, por tanto, el relleno de la camilla debe ser lo más cómodo posible. Tumbarnos sobre algo duro no va a ayudarnos a sentiros mejor.
Un relleno de espuma ayudará a tener una mayor sensación de bienestar al tumbarte al igual que sucede con el relleno de gomaespuma.
La opción ideal es que la camilla tenga un relleno que sea cómodo, pero en parte debe ser rígido para no hundirte.
Medidas
En cuanto a las medidas hay que tener en cuenta dos cosas: La primera es el espacio del que dispones en casa para utilizarla y guardarla.
El segundo aspecto a tener en cuenta es que debe ser de la medida como mínimo de la persona que va a utilizarla para que no se le queden los pies o la cabeza fuera. Hay que encontrar el equilibrio entre ambas partes para escoger la camilla de masaje ideal para ti.
La medida del ancho de la camilla es lo que va a proporcionar una mayor o menor estabilidad al producto. No se recomienda que tenga un ancho menor a 60 cm.
La altura suele ser regulable en todas las camillas, puesto que no hay medidas estándar. La altura a la que tienes que poner la camilla depende directamente de la altura del masajista.
Plegable
En relación con el punto anterior, una posible solución es que la camilla sea plegable. De esta forma podrás comprar la camilla que quieras sin preocuparte por el espacio que tengas en casa puesto que al plegarse podrás guardarla cómodamente en cualquier sitio.
Resistencia
Es la cantidad de peso que puede soportar la camilla. Piensa quién la utilizará y cuánto peso va a tener que soportar.
Guía de compra
Una vez analizadas las características de las camillas de masaje, resumimos en los siguientes puntos los factores a tener en cuenta para comprar una camilla.
Materiales de calidad
En este punto se engloba tanto el revestimiento de la camilla como el material de la estructura. Ambos aspectos son fundamentales para elegir la mejor camilla para que te dure lo máximo posible.
Comodidad
El relleno de la camilla es la parte sobre la que vas a estar acostado, por tanto, si no te resulta cómodo, probablemente no le des uso. Fíjate bien para que el material te agrade y le des un buen uso.
Que sea antideslizante para que una vez te subas a la camilla puedas olvidarte de todo lo demás y no preocuparte por “surfear” mientras te dan un masaje.
Accesorios
En este punto se incluyen los apoyabrazos y reposacabezas y el reposapiés. 3 puntos importantes que va directamente ligados a la comodidad.
Funda
Utilizar una funda en una camilla de masaje ayuda a mantener el material original de la camilla como nuevo por mucho que la uses. Además, si varias personas van a utilizarla, las fundas desechables serán una buena medida higiénica.
Para transportarla
Si eres masajista y vas de casa en casa haciendo masajes a tus clientes, tener un estuche para transportar la camilla de forma sencilla es la mejor opción. De esta forma evitas que se dañe o que se ensucie.
Estas fundas son igual de prácticas para tener las camillas guardadas en casa, puesto que de este modo nos aseguramos que está protegida, que no se va a manchar ni a romper.