Comparativa de los trabajadores autónomos por países de Europa
¿Cuáles son los mejores países para ser autónomos? El tejido empresarial de la mayoría de países europeos está formado por trabajadores autónomos. En España, de hecho, el 99,88 % de las empresas son PYMES, según el Directorio Central de Empresas. Para comparar a los autónomos de distintos países europeos y su cualificación profesional, Adecco ha llevado a cabo a través del Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo, junto con los investigadores de Barceló y Asociados.
En la UE-27 había en 2012 23,8 millones de trabajadores autónomos, equivalentes al 15,2 % del total de personas ocupadas. Es decir que algo más de 1 de cada 7 personas que trabaja en la UE-27 lo hace de manera independiente. Italia es el país donde mayor presencia tiene este colectivo, puesto que a él pertenece el 23,4 % de los ocupados en dicho país. A pesar de no ser el país con mayor población, Italia es el que cuenta con el número más elevado de trabajadores autónomos, con casi 5,4 millones. Un 16,3 % de todos los autónomos en Europa trabajan en ese país. Portugal, con 21,1 %, y Rumanía, con 20,1 %, son los otros dos países donde los autónomos ocupan una porción más amplia de los empleos.
Trabajadores autónomos en España
España se coloca con una proporción un poco más alta que la media comunitaria, con 16,8 % del total de sus ocupados trabajando de forma independiente (lo que equivale a 1 de cada 6 ocupados). En total, este colectivo suma 2,9 millones en nuestro país, superando los 2,8 millones de Francia a pesar del mayor número de habitantes del país galo.
Suecia (10,2 %), Francia y Alemania (ambos con 11 %) son, entre los países seleccionados, los que presentan una menor inserción del trabajo autónomo.
La proporción de trabajadores autónomos se hace más elevada a medida que nos referimos a un grupo de edad más alta. Por ejemplo, entre los trabajadores de 25 a 49 años, la UE-27 presenta un 13,9 % de ocupados que son independientes. En cambio, entre aquellos trabajadores de más de 65 años ese porcentaje trepa hasta el 49 %. En mayor o menor medida, todos los países seleccionados observan esta tendencia.
España cuenta con una proporción de trabajadores autónomos algo más alta que el promedio comunitario en todos los grupos de edad. En el grupo de edad de entre 25 y 49 años, un 14,6 % de quienes trabajan es autónomo. Esa cifra aumenta hasta el 23,8 % entre quienes tienen 50 y 64 años y llega al 51 % entre los mayores de 65 años de edad.
A pesar de que Italia es el país con mayor proporción de autónomos, ese es también el caso únicamente entre los ocupados de 25 a 49 años, donde un 21,8 % de los ocupados italianos pertenece a este grupo. En los grupos de edad mayores es Portugal el país con una mayor penetración del trabajo independiente. Entre los ocupados con entre 50 y 64 años, Portugal tiene un 28,9 % de autónomos, proporción que alcanza al 86,1 % entre los ocupados de más de 65 años.
Autónomos que contratan empleados
Sólo un 28,3 % de los autónomos de toda Europa tiene empleados contratados, lo que implica que más del 70 % de este colectivo es autónomo en sentido estricto. Los autónomos que contratan personal son proporcionalmente más en Alemania (42,9 %) y Francia (39,6 %). En cambio, los países con menor proporción de autónomos que contratan personal son Rumanía (6 %) y Reino Unido (17,7 %).
España se coloca en una situación intermedia, también un poco por encima de la media comunitaria, con un 31,4 %.
En el conjunto de la UE-27, un 46,1 % de los autónomos desarrolla una actividad del sector de servicios de mercado. La industria es el segundo sector que acapara mayor número de autónomos, con 20,1 % del total. El resto se reparte entre Agricultura (17,4 %) y servicios de no mercado (fundaciones, ONGs, etc.), con 16,4 %.
España sobresale por ser el país con una proporción más alta de autónomos trabajando en el sector de servicios de mercado (comercio, profesionales liberales, bares y restaurantes, hoteles, taxis, peluquería, médicos, etc.), con el 57,6 % del total. Cerca se sitúan Italia (56,1 %) y Alemania (51,2 %).
La proporción de autónomos que en España se dedica a actividades del sector Industrial es parecida a la media europea (20,8 %), pero tanto en la agricultura como en los servicios de no mercado es inferior (10,2 % y 11,4 %, respectivamente).
Rumanía, Polonia y Portugal son los únicos países en donde el mayor número de autónomos realiza tareas vinculadas con la agricultura, con, respectivamente, 71,9 %, 43 % y 39,9 %.
En tanto Reino Unido se destaca por tener la proporción más significativa de autónomos en el sector industrial (25,9 %), lo mismo ocurre con Holanda con relación a los servicios de no mercado, en el que se emplea el 28,3 % de sus autónomos.
Capacitación de la mano de obra Todas las ocupaciones pueden clasificarse en cuatro grupos, según sea su grado de especialización: i) ocupaciones no manuales especializadas (abogados, gerentes, economistas, etc.); ii) ocupaciones manuales especializadas (fontaneros, electricistas, carpinteros, operarios de maquinarias, etc.); iii) ocupaciones no manuales no especializadas (administrativos, dependientes, telefonistas, etc.); y iv) ocupaciones elementales (limpiadores, camareros, etc.).
Analizar la composición del colectivo de ocupados según estas cuatro categorías es una forma de estimar el grado de capacitación con que cuentan los trabajadores de un país.
En el conjunto de la UE-27, el grupo más importante es el de las ocupaciones no manuales especializadas, con un 40,1 % del total. Por detrás, le siguen el de las tareas no manuales no especializadas (27,1 %), las ocupaciones manuales especializadas (23,7 %) y, finalmente, los trabajos elementales (9,1 % del total).
Hay amplias diferencias entre los diferentes países. En el caso de los empleos no manuales especializados, destacan Suecia, Reino Unido, Holanda y Francia, países en los que representan a más del 45 % del total de ocupados. En particular, en Suecia este grupo da cuenta del 48 % de todo el empleo, porcentaje que se eleva al 50,3 % en el caso de las mujeres. En el caso masculino, es el Reino Unido el país con proporción más elevada de estos empleos, alcanzando al 48,3 % del total.
El extremo opuesto es el de Rumanía, con sólo el 22,4 % de ocupaciones no manuales especializadas. Portugal, con un 31,2 %, y España, con el 32,7 %, son los otros dos países con menor proporción de empleos no manuales especializados.
Nuestro país es el que presenta la menor diferencia entre ambos sexos en lo que respecta a la importancia de este tipo de ocupaciones. Un 32,8 % de las mujeres que trabajan en España lo hace en tareas no manuales especializadas. Tal es el caso del 32,6 % de los varones en tal situación.
Rumanía encabeza las posiciones en lo que respecta a ocupaciones manuales especializadas, más que el doble de la media comunitaria. En dicho país tienen este tipo de tareas un 49,5 % de los ocupados, porcentaje que alcanza el 58,6 % en el caso masculino y cae hasta el 38,4 % entre las mujeres. Polonia, con un 36,9 % del total, y Portugal, con un 32,8 %, completan la terna de países con mayor porcentaje de esta categoría de ocupaciones. En todos los países se verifica que la participación de estos empleos entre los varones es marcadamente superior a la que tiene entre las mujeres.
Reino Unido es donde se encuentra una menor participación de los empleos manuales especializados, con un 14,7 % del total. En el caso femenino, apenas representan el 2,6 % de las ocupaciones. No obstante, para los varones, la importancia es mayor, llegando al 25,1 % de todos los empleos.
España presenta cifras próximas, aunque inferiores, al promedio europeo, con un 21,8 % de todos los empleos correspondiendo a esta categoría. Como en los demás países, la relevancia de las ocupaciones manuales especializadas es mayor entre los varones, con 35,6 % (es el tipo de ocupación más importante en nuestro país para el sexo masculino), y menor entre las mujeres, donde alcanza a 5,4 %.
En las dos categorías que conllevan una menor capacitación del personal, España tiene una participación más elevada que la media comunitaria.
En las ocupaciones no manuales no especializadas España exhibe la participación más elevada, con 32,5 %, con una amplia ventaja respecto de Italia, que con 29,3 % ocupa el segundo lugar en esta categoría. En ambos sexos España presenta los porcentajes más altos entre los países analizados que, en todos los casos, son más elevados para el sexo femenino. Concretamente, al tiempo que un 23 % de los varones ocupados en España tiene una ocupación no manual no especializada, tal es el caso del 43,9 % de las mujeres.
España también cuenta con la mayor participación de las ocupaciones elementales, que dan cuenta del 13 % del total de empleados. Sin embargo, hay una diferencia relevante entre ambos sexos. En el caso femenino, España, junto con Portugal, es el país que tiene una mayor proporción de ocupadas en tareas elementales, con 17,9 % del total, superando ampliamente a los dos países que le siguen, que son Italia (13 %) y Francia (12 %). En cambio, para los varones, estas ocupaciones representan el 8,8 % del total, porcentaje que es superado por los de Italia y Reino Unido (ambos con 9,5 %), además de Rumanía (con 11 %).
De acuerdo con los datos anteriores, España es, entre los países analizados, el que presenta la mayor proporción de ocupados con tareas no especializadas (es decir, la suma de quienes realizan trabajos no manuales no especializados y tareas elementales). Lo que es lo mismo, nuestro país es el que exhibe la menor relevancia de las ocupaciones que requieren algún grado de especialización.
En efecto, mientras que en España tiene un empleo especializado (sea manual o no manual) el 54,5 % de los ocupados, tal es el caso del 63,8 % en el promedio de la UE-27. Italia es el país que más se aproxima a España, aunque con 59,7 % del total. Lejos de nuestro país, y por encima del promedio comunitario se colocan Polonia (72,2 %), Rumanía (71,9 %), Suecia (68,1 %), Alemania (65 %) y Portugal (64 %).
Aunque los datos españoles quedan por debajo de la media europea en ambos sexos, eso es más marcado en el caso femenino. En nuestro país, sólo un 38,2 % de las mujeres ocupadas tiene tareas especializadas, frente a 50,3 % de la media europea. En cambio, tal es el caso del 68,2 % de los varones ocupados en España, lo que se compara con una media europea del 75,2 %, pero no se aleja en demasía del 70,6 % que presenta Italia o incluso del 73,4 % que exhibe el Reino Unido.
Si consideramos, por otra parte, las tareas no manuales como un todo, la posición relativa de España es algo mejor, aunque también inferior a la media europea. En la UE-27 realiza tareas no manuales el 67,2 % de los ocupados. En España, tal es el caso del 65,2 % de los mismos.
Aunque la ventaja es clara con relación a Rumanía (39,7 % de ocupados en tareas no manuales), Portugal (55,4 %) y Polonia (56 %), los datos españoles distan de los de Reino Unido (76,4 %), Holanda (75,7 %) y Suecia (74,8 %).
También en este terreno, los datos masculinos están más próximos al promedio comunitario que los correspondientes al sexo femenino. En España, el 55,6 % de los varones realiza tareas no manuales, al tiempo que hace lo propio el 56,2 % de los ocupados de sexo masculino del conjunto de la UE-27. Reino Unido (65,4 %) y Holanda (65,1 %), lideran en este aspecto. Rumanía (30,4 %) y Polonia (42,4 %) se colocan en la situación opuesta.
En el caso de las mujeres que trabajan, en nuestro país efectúa trabajos no manuales el 76,7 % de las mismas, lo que se compara con el 80,3 % en el total de la UE-27. Esta variable está encabezada por Suecia (89,2 %) y Reino Unido (89 %), mientras que Rumanía (51,1 %) y Portugal (63,9 %), son los que presentan los menores porcentajes.
Metodología
Para ello, se han tenido en cuenta el trabajo “Labour Force Survey 2012”, elaborado por Eurostat y que Incluye los datos promedios anuales de las encuestas que periódicamente se realizan en cada uno de los 27 países miembros (en España es la Encuesta de Población Activa). Al haberse obtenido los resultados de cada país con una metodología similar, este trabajo ofrece datos totalmente comparables. Además, al tratarse de datos anuales, permite analizar características estructurales de cada uno de los mercados de trabajo nacionales.
Para este trabajo hemos seleccionado un grupo de variables que suelen quedar en un segundo plano cuando se analizan datos trimestrales. Para cada una de ellas compararemos los datos de España con los promedios comunitarios, así como con los de otros países.
Nos vamos a referir a una muestra de diez países, representativos de la diversidad europea. Además, de España, incluimos los cuatro mayores países de la Unión (Alemania, Reino Unido, Francia e Italia), el mayor país escandinavo (Suecia), el más grande el Este de Europa (Polonia), el de menores ingresos por habitante (Rumania), así como Holanda y Portugal.