Cómo se transmite el ébola
El ébola. Esa terrible enfermedad que ha hecho estragos en gran cantidad de la población mundial. Todo el mundo tiene miedo, todos hemos oído hablar de ella, pero, ¿qué sabemos realmente del ébola?
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Qué es el ébola
El ébola es una enfermedad febril hemorrágica producida por el virus del mismo nombre descubierta y descrita allá por los años 70, concretamente en 1976. A lo largo de la historia y desde su descubrimiento se han producido varios brotes de esta enfermedad, dos de ellos en los años setenta, otros dos en los años noventa. Ya en nuestro siglo se han producido otros dos brotes de ébola. Pueden parecer pocos, pero la agresividad de este virus y su contagiabilidad hacen que se trate de emergencias sanitarias mundiales. Conozcamos más detalles sobre cómo se transmite el ébola.
El animal huésped que aloja el virus del ébola son murciélagos, monos, antílopes… que pueden transmitirlo a los humanos que hayan estado en contacto con este tipo de animales infectados, que no enfermos. La rapidez con la que se propaga este virus entre los humanos es increíble. Y la tasa de mortalidad es muy alta.
Entre los humanos el virus del ébola se puede transmitir, y de hecho, lo hace, al contactar una persona sana con fluidos corporales, sangre, secreciones y tejidos contaminados por el virus. El material médico o de higiene corporal utilizado por personas enfermas también puede transmitir el virus del ébola a las personas sanas.
Al contrario de lo que ocurre con los animales, en las personas no existen portadores. En cuanto se produce el contagio, la enfermedad se desarrolla a una velocidad de vértigo. Por lo tanto, hay que tener especial precaución cuando se trata de establecer contacto con un enfermo de ébola. Los contagios por este virus que se producen dentro de los recintos hospitalarios que atienden a los enfermos de ébola reciben el nombre de infecciones nosocomiales.
Muchas personas se preguntarán cómo es posible que en un centro sanitario se pueda producir el contagio de una enfermedad de tal calibre. La respuesta es muy sencilla. En Africa, los recursos sanitarios son limitados. Atienden a los pacientes sin la protección que ofrecen los guantes, las mascarillas y las batas.
Son medios de protección de barrera contra las infecciones e imprescindibles de forma absoluta para evitar el contagio de múltiples enfermedades. Además, cuando el material sanitario es insuficiente, suele compartirse, con lo que es mucho más fácil la transmisión de la enfermedad.
Pocos supervivientes
Se trata de una enfermedad tan contagiosa y tan grave (son pocas las personas en el mundo que habiendo estado infectadas por el virus del ébola han conseguido sobrevivir a la enfermedad) que incluso cuando una persona fallece a consecuencia del virus del ébola, se procede a su incineración inmediata para evitar la propagación del virus.
Síntomas
Los síntomas indicativos de una infección por ébola son, obviamente, haber estado en contacto con una persona afectada. Tras un período de incubación de 20 días, el virus empieza a dar la cara y a producir sintomatología. Fiebre alta, dolores musculares, malestar general…
son síntomas parecidos a los de una gripe normal y corriente, ¿verdad? Pero si además hay diarrea, vómitos, erupciones hemorrágicas e inyección conjuntival, la cosa ya cambia. Pueden aparecer hemorragias internas y / o externas que agravan considerablemente el estado del paciente.
Evitar el contacto
Hoy por hoy, no existe un tratamiento eficaz para tratar la infección por el ébola. La prevención es el mejor tratamiento. En todos los países, a raíz de los últimos acontecimientos acaecidos en muchas partes del mundo se han establecido protocolos de actuación en caso de infección. Se han establecido centros de referencia para el tratamiento de los enfermos de ébola donde hay personal que ha recibido una formación especializada. Los trajes de protección incluyen monos impermeables, calzas, guantes dobles, gatas de protección y pantalla para la cara con triple sujeción. Hay que tener especial precaución a la hora de quitarse el traje para evitar riesgos innecesarios de contagio.
Lo que es absolutamente imprescindible y primordial es evitar el contacto con las personas afectadas de ébola, en la medida de lo posible y, si se ha producido en contacto, aquellas personas implicadas deberán mantenerse en cuarentena para esperar a ver si la enfermedad se desarrolla o no.