Cómo saber si mi perro o gato está enfermo
¿Notas a tu mascota algo alicaída? ¿Ha dejado de comer como antes o no tiene ganas de salir a la calle? Los perros y los gatos, al igual que las personas, sufren enfermedades. Pero en ocasiones puede ser complicado saber que su comportamiento se debe a que se encuentran mal o les duele alguna parte del cuerpo. Por ello, a continuación te damos unos indicadores y trucos que te ayudarán a saber si tu perro o gato está pachucho y cómo actuar.
En el caso de que el problema sea de la piel, puedes consultar cuáles son los mejores remedios caseros para perros con dermatitis atópica que van a ayudarle a aliviar el dolor. Junto con estos aspectos, hay otros síntomas que evidencian los problemas pulmonares de perros que dificultan su respiración.
Contenido de la información:
Cómo saber si mi mascota está enferma
Lo primero que debes tener en cuenta es que no hay una regla de tres para detectar posibles enfermedades en tu mascota. Y que hay animales que expresan de una manera más evidente que se encuentran mal, al igual que te piden salir o comida, mientras que otros apenas se comunican en este sentido. Por ello, a la hora de cuidar de una mascota y mantenerle con un buen estado de salud, debes saber que:
- La edad da igual porque pueden enfermar desde que son cachorros hasta que son mayores. Es decir, que no porque un perro o un gato tengan un año hay que despreocuparse por las enfermedades. Todo lo contrario.
- La relación que mantengas con el animal es crucial para detectar las enfermedades. Si el animal confía en ti vas a ver una manera más evidente que algo sucede porque se comporta de manera extraña.
- Cuanto más tiempo lleve viviendo contigo, mejor conocerás sus gestos, su actitud y su comportamiento y será más fácil detectar si tiene algún tipo de dolor.
Tipos de síntomas
Hay ocasiones en las que un perro o un gato se ponen enfermos y averiguarlo es muy evidente porque vomitan, se les cae el pelo en exceso o tienen diarrea. Por ello hay que distinguir dos tipos de síntomas en función de la enfermedad que puedan tener los animales, los que son más evidentes y aquellos que son más disimulados, pero que deben alertarte de que algo no va bien.
Si tu mascota empieza a sufrir ciertos síntomas visibles como un cambio de color en los ojos hacia un tono amarillento, una cojera muy pronunciada, la caída del pelo excesiva o vómitos y unas heces anormales o cierto rastro de sangre, debes ir al veterinario cuanto antes. En estos casos suele ser muy fácil detectar que algo sucede y tan solo tienes que subir al animal al coche y poner rumbo al especialista.
Pero por desgracia no siempre es así. Una disminución en el apetito, no tener ganas de salir, no pedirte caricias, hacerse pis o caca en sitio donde sabe que no puede hacerlo o incluso notar cierta irritabilidad también son síntomas de que pueden estar enfermos. En estos casos, la clave para detectar una enfermedad a tiempo y evitar que se agrave es la observación.
Observa su comportamiento
Uno de los mejores trucos para detectar si tu mascota está enferma es observarle. Tanto si tiene un dolor muscular, como si empieza a sufrir artrosis, tiene problema de riñón u otras enfermedades más graves como la aparición de un cáncer, la manera más rápida de averiguarlo es observar su comportamiento.
Es fundamental prestarles atención porque una dolencia sin importancia puede convertirse en un grave problema si no se trata a tiempo. Algunos de los cambios que puedes notar en el comportamiento de tu mascota son:
Cambios en los hábitos de comida o de paseo
Debes prestar especial atención a cualquier cambio que aprecies en su comportamiento habitual, por pequeño que sea. Que deje restos de comida en el plato o que no acuda inmediatamente a comer según le sirves una ración, que se pase buena parte del día tumbado o no te pida salir pueden ser indicadores de que le pasa algo. Siempre y cuando su comportamiento previo no fuera así.
Actitud diferente
Cualquier enfermedad o dolor, por insignificante que sea, va a afectar al comportamiento de tu perro o tu gato porque les va a incomodar. Como consecuencia, también puede que notes que está un poco insoportable o que su comportamiento se vuelva algo más violento. Estos cambios de actitud repentinos también pueden ser un indicador de que se encuentra mal. Que llore, ladre o ronronee más de lo habitual también es una señal de que algo sucede, sobre todo, si lo hace de manera continuada y sin ningún sentido aparente.
La postura
La postura en la que se tumba en el suelo o en su cama también puede ser una señal. No es lo mismo que esté tumbado de una manera cómoda, como acostumbra para dormir, que tenga una posición forzada porque sienta un dolor en alguna zona concreta. Si detectas que empieza a cambiar de postura para dormir y lo notas extraño, acude al veterinario.
Fíjate en su mirada y los gestos
Puede ser algo más complicado, pero sobre todo si llevas años con tu mascota, sabes reconocer a la perfección si está contento o está triste. Mirarle con detenimiento para saber en qué estado de ánimo se encuentra puede ayudarte a averiguar si le pasa algo.
Apatía
Si notas que tu mascota se aleja de ti y en lugar de estar contigo se va a otra zona de la casa donde no hay nadie, es muy probable que esté malito y necesite cuidados extra. En ocasiones, cuando están enfermos prefieren estar solos en lugar de buscar los mimos de los dueños.
Hazle un chequeo superficial
Para intentar averiguar si tiene alguna enfermedad, puedes masajearle suavemente y despacito para intentar localizar el foco del dolor o la presencia de algunos bultos. En cualquiera de los dos casos, tanto si notas que han aparecido ciertas formaciones voluminosas en alguna parte del cuerpo, como si le pasas la mano por alguna zona y se queja, ya sabes que debes llevarle al veterinario de inmediato. En este chequeo puedes mirarle el interior de las orejas, el estado de los ojos, las almohadillas de las patas y las encías y dientes.
Síntomas de que un perro o un gato están enfermos
En resumen, si detectas algunos de los síntomas que exponemos a continuación y crees que pueden ser consecuencia de una enfermedad, te recomendamos que lleves a tu mascota al veterinario cuanto antes:
- Que deje de comer o cambie su rutina habitual de horarios de comida.
- No quiera salir de paseo o pase gran parte del día tumbado sin moverse ni realizar ningún tipo de actividad.
- Que no le apetezca jugar contigo.
- Llora de manera continuada. Que emita ronroneos extraños o que ladre constantemente sin motivo aparente.
- Si un animal bebe mucha agua y no orina, puede que tenga problemas de riñón.
- Presencia de bultos.
- Vómitos y diarrea.
- Que notes una falta de interés y de ganas en general.
- Aumento de las horas de sueño y de vaguería.
- Si anda raro, como si tuviera cojera.
- Respiración más fuerte de lo habitual.
- Pelo en mal estado, como débil y con zonas de calvicie. En los gatos es mucho más evidente el estado del pelo como síntoma de enfermedad porque tienden a lamerse y cuidarse mucho más el pelo que los perros.
En definitiva, ante la duda de que le pase algo, lo mejor es acudir al veterinario a que le hagan una revisión y evitar así que se desarrolle un problema mayor.