Cómo saber si los disfraces o complementos de Carnaval son de buena calidad
Ante la proximidad del Carnaval, la Federación de Usuarios-consumidores independientes (FUCI) advierte de los riesgos que pueden provocar algunos disfraces y maquillajes para la fiesta de Don Carnal y Doña Cuaresma. Para ello, realizan una serie de recomendaciones al consumidor, y así evitar cualquier disgusto imprevisto que pueda estropearnos la fiesta.
Contenido de la información:
La FUCI recomienda que antes de comprar un disfraz de Carnaval se debe comparar el producto y elegirlo una vez observada su relación calidad-precio. Esta tarea cada vez resulta más difícil debido a la amplia oferta, que puede variar notablemente en función del lugar de adquisición y su calidad. Por este motivo, el precio de los disfraces puede oscilar entre los 9 y los 80 euros en el caso de los disfraces infantiles, y los 15 y los 150 para los adultos, sin contar los complementos que van desde los 3 euros a los 50 euros.
Disfraces infantiles (menos de 14 años)
Deben cumplir con la normativa de juguetes de la Unión Europea para estos productos, que se indica en la etiqueta a través de la marca CE. También deben ser indicados otros datos tales como la edad recomendada para su uso, información sobre el fabricante o responsable del producto y las advertencias de seguridad.
Además, en el momento de la compra, los padres deberían tener en cuenta que el producto no incorpore piezas pequeñas que se puedan desprender y ser ingeridas por el menor, así como prestar atención a puntas o bordes cortantes, a que las máscaras tengan una ventilación adecuada y a que los disfraces carezcan de cordeles en la zona del cuello.
Disfraces para adultos
Deben cumplir con la normativa para prendas textiles, en las que se debe identificar, a través de una etiqueta, nombre, dirección y el NIF del fabricante, comerciante o importador, número de registro industrial en el caso de prendas fabricadas en España y composición del producto.
Para cualquier tipo de disfraz las recomendaciones son evitar la inflamabilidad de capuchas y caretas muy sobrecargadas, así como pelucas con pelo muy largo. Por otra parte, este riesgo se puede evitar con tejidos como el nailon y el poliéster, así como alejando estos productos de fuentes de calor intenso o llamas.
Aunque está claro que cada usuario puede llegar a gastar tanto o tan poco como quiera y que la imaginación, el ingenio y el “reciclaje” son a menudo las opciones más divertidas y económicas, el abanico es amplio. Se pueden encontrar disfraces desde 9 hasta más de 300 euros, dependiendo del tipo de traje, la calidad de la tela, y si el usuario es un niño pequeño o un adulto. El coste medio para un niño ronda los 22 euros y 25 para los adultos.
Comprar un disfraz de bruja para niño puede costar desde 9 hasta 35 euros. El de princesa tiene un valor que oscila entre los 17 y 31 euros y el tigre lo podemos encontrar desde 11 y hasta 32. Por último, si a los pequeños les gusta la aventura podrán disfrazarse de hombre enmascarado por 9 (aunque hay vestimentas en el mercado que superan los 40 euros, dependiendo de la calidad, el diseño y los accesorios del traje). No obstante los precios medios oscilan en torno a los 30 euros. A estos costes hay que añadir, en el caso de que el disfraz lo requiera, el precio de los complementos.
Los disfraces de adultos se pueden encontrar a partir de los 16 euros. Entre los más económicos se encuentra el disfraz de Buda, de chino, de cura o de esqueleto. En torno a los 20 -25 euros están los trajes de espantapájaros, de payaso o de superman. A partir de los 30 euros se pueden encontrar trajes de lobo, de rumbero, de gangster o de mono.
Estos costes tan bajos han provocado que una de las opciones que habitualmente se utilizaba para esta festividad como era el alquiler haya prácticamente desaparecido, imponiéndose la compra.
Otros gastos añadidos al coste del disfraz son los artículos de maquillaje. En el mercado pueden encontrarse dientes ficticios por 2 euros, pestañas por 5 euros, piel artificial por 16 euros, barras de colores a 2,35 o tubos de purpurina por 2 euros y un bote de laca fluorescente por 1,75. El coste del maquillaje por persona ronda los 9 euros.
La Unión de Consumidores recomienda que ante la variedad de precios y calidades existentes, se compare y elija un producto observando la relación calidad-precio. Además, recuerda que los disfraces destinados a menores de 14 años se consideran juguetes y, por lo tanto, tienen que cumplir la normativa de estos productos, en su etiquetado deberá indicarse la marca CE, que nos garantiza que los tejidos tienen un tiempo más lento de combustión.
Además, debe indicarse la edad recomendada, especialmente si son destinados a menores de 3 años, en el caso de que sea necesario las advertencias en su utilización, y los datos de identificación del fabricante o responsable del producto.
En los disfraces para adultos deben cumplir el etiquetado de las prendas textiles, indicando nombre, dirección y el NIF del fabricante, comerciante o importador, número de registro industrial en el caso de prendas fabricadas en España y composición del producto.
En cuanto al maquillaje, la FUCI advierte de los peligros de comprar este producto en bazares de bajo coste o no especializados, puesto que estos corren más riesgo de que no hayan sido sometidos a los controles dermatológicos adecuados, por lo que pueden producir alergias y reacciones en la piel.
En cualquier caso, para identificar la calidad de un producto, debemos dirigirnos a su etiquetado, puesto que éste debe ofrecernos la información necesaria para identificar su lugar de procedencia (fabricante y país) e indicaciones de uso, así como evitar riesgos descartando la compra de cosméticos que no nos ofrezcan garantías.
Si queremos reducir los gastos en este carnaval, la mejor opción es utilizar la imaginación y el reciclaje, sin poner en riesgo la seguridad de todos.
Los productos cosméticos a la venta en España deben adecuarse a lo establecido en el Real Decreto 1.599 /1997 de 17 de octubre sobre productos cosméticos. Las empresas españolas que fabrican estos productos deben contar con autorización de la Agencia Española del Medicamento.
Respecto al etiquetado del maquillaje, recordemos que debe indicar:
1- Denominación del producto.
2- Nombre o razón social ya la dirección o domicilio social del fabricante o del importador, así como del responsable de la puesta en el mercado.
3- El contenido nominal, salvo para envases de menos de 5gr. o de menos de 5 ml.
4- Fecha de caducidad.
5- Las precauciones de empleo y advertencias de uso.
6- El número de lote de fabricación.
7- El país de origen (en caso de fabricarse fuera de la UE).
8- La función del producto.
9- Lista de ingredientes.