Cómo saber si comprar una moto a un hijo es una buena idea
¿Moto, sí o no? La adolescencia es una de las etapas de los hijos en la que más cambios y sorpresas se producen. Y uno de estos temidos momentos es cuando llegan a casa pidiendo su primera moto. ¿Qué hacer ante esta situación? ¿Cómo saber si es el momento adecuado para comprar una moto a un hijo o si es mejor esperar? Adquirir su primera moto va a proporcionarles una gran libertad, autonomía y, en definitiva, alejarse de la dependencia de los padres para ir a cualquier parte.
Sin embargo, no todo son aspectos positivos y hay que tener en cuenta algunos aspectos clave antes de tomar una decisión para garantizar la seguridad de los menores y del resto de conductores.
Si finalmente te decides a comprar una moto, te recomendamos que consultes cuáles son los errores más comunes al comprar una scooter de segunda mano que pueden salirte muy caros. Para que puedas evitarlos y comprar el vehículo que mejor se ajuste a las necesidades de cada conductor.
Contenido de la información:
4 aspectos a tener en cuenta para saber si comprar una moto a un hijo
Para saber hasta qué punto comprar una moto a un adolescente es buena idea, hay una serie de aspectos clave a tener en cuenta que explican desde AMV, la compañía especializada en seguros de moto.
¿Capricho o necesidad?
Este es el primer planteamiento que hay que abordar antes de tomar una decisión. ¿Realmente necesita la moto o es simple capricho? Para dar respuesta a esta pregunta hay que tener en cuenta el tipo de desplazamientos que tiene que realizar a diario y si el hecho de comprar una moto va a cambiar a mejor estos hábitos o no.
Para conseguir una respuesta más fiable, lo ideal es hacer un listado por escrito de las ventajas y los inconvenientes de comprar una moto a un hijo para ver reflejado de manera clara y sobre el papel qué tiene más peso, si los pros o los contras.
Entre las distintas cosas que añadir a la lista tienen cabida aquellas situaciones como si le vendría bien ir al instituto o a las actividades extraescolares en la moto, si la posesión de este vehículo libera a los papás de tener que hacer determinados desplazamientos o si esta autonomía puede servir de ayuda en las tareas del hogar, entre otros.
¿Es un adolescente lo suficientemente maduro como para conducir una moto?
Es la pregunta del millón y cuya respuesta debe tener un mayor peso a la hora de decidir si comprar una moto o no. Algunos de los planteamientos clave que hay que considerar para saber si es suficientemente maduro son:
- ¿Va a ponerse siempre el casco de forma correcta y atado?
- ¿Respetará los límites de velocidad y normas de tráfico?
- ¿Tiene ganas de aprender a conducir de forma correcta o es una cabra loca?
- ¿Es lo suficientemente responsable para mantener a punto la moto?
De las respuestas a estas preguntas se determinará en gran medida la posibilidad de comprar o no una moto a un hijo.
Hacer cuentas
El presupuesto que hay que destinar a la compra de una moto es otra de las cuestiones básicas a tener en cuenta para tomar una decisión. En concreto, aunque esta es una inversión más pequeña que un coche, supone una partida de gasto importante para el bolsillo. En concreto, los diferentes gastos que hay que tener en cuenta para calcular el gasto total son:
- El precio de la moto
- El coste de la autoescuela para sacarse el carnet de moto. Para obtener el permiso es necesario que apruebe un examen teórico y otro práctico. El precio variará en función del carnet que quiera sacarse y de si se lo saca a la primera o suspende.
- El seguro de la moto. Es otro de los gastos asociados que hay que tener en cuenta. Sobre todo, porque los seguros para jóvenes suelen ser más caros que para los mayores dada su inexperiencia.
- Gastos de gasolina, mantenimiento y reparaciones. ¿Quién va a asumir estos gastos y a cuánto pueden ascender en función a los hábitos de conducción y rutinas de desplazamiento?
- Material accesorio como casco y elementos de protección.
- Precio de alquilar una plaza de garaje o comprarla para dejar el vehículo a resguardo.
- Posible llegada de multas por infracciones leves.
Hay moto, pero con condiciones
En el caso de que tras estudiar los puntos anteriores, los padres se vean animados a comprarle la moto a su hijo, hay que mantener una charla preventiva. Tener una moto no significa libre albedrío. Es importante que el menor sea responsable y no falte a los compromisos pactados, lo que, debe quedar claro, supondría la retirada total de la moto.
Aclarados estos puntos, solamente queda empezar la búsqueda para elegir una moto y que tu hijo disfrute de esta nueva aventura sobre ruedas.