Cómo recuperar la ilusión y la magia si hasta Santa Claus se queda en paro

Cómo recuperar la ilusión y la magia si hasta Santa Claus se queda en paro
NOTICIA de Javi Navarro
17.12.2012 - 16:24h    Actualizado 31.03.2023 - 10:33h

Santa Claus era, hasta ahora, un directivo gerente de su propia fábrica de juguetes, que lo tenía todo hasta que de repente la pérdida de ilusión de los más pequeños hizo que dejara de tener trabajo. Los que hasta entonces habían sido sus seguidores más fieles dejaron de confiar en él para hacerse seguidores de la mayor empresa de la competencia. La pérdida de cuota de mercado hizo que la empresa tuviera que prescindir de mano de obra hasta que finalmente los Reyes Magos compraron la pequeña factoría de Santa Claus.

El proceso de fabricación artesana dio paso a un nuevo proceso industrial basado en la trasformación de oro, incienso y mirra, en juguetes. Sin embargo, el proceso de fusión fue complicado y la adaptación de la plantilla a la nueva cultura empresarial trajo consigo despidos, situación que se produce con frecuencia sobre todo entre los empleados con más antigüedad de la plantilla. Santa fue uno de los primeros en dejar su puesto de trabajo quien, en concepto de indemnización, obtuvo una pequeña cantidad de dinero, su trineo de empresa, sus apreciados renos y un programa de recolocación con una empresa especializada.

De la desmotivación al entusiasmo
La inicial desmotivación abrió paso al entusiasmo de Santa que, con la indemnización recibida, decidió hacerse emprendedor y montar un pequeño taller de juguetes artesanos de madera tallada a mano. Sin embargo, las dificultades del mercado y el auge de las nuevas tecnologías hicieron que los niños optasen por regalos tecnológicos en lugar de los juguetes manufacturados, así que pronto los gastos y la falta de beneficios hicieron que el negocio no llegara a despegar.

Cuando Santa estaba dispuesto a tirar la toalla, invadido por el desasosiego y la incertidumbre de cualquier desempleado, sus amigos de Lee Hecht Harrison le ayudaron en el proceso de integración ofreciéndole consejos de empleabilidad y ayudándole a hacer networking. Santa recordó que en su agenda contaba con una gran cantidad de contactos que podrían ayudarle a regresar al mercado laboral, aunque el más especial de esos contactos fue uno de los primeros niños a los que llevó regalos cada noche de navidad y que años más tarde había logrado que su juguetería R. Harrison fuera una de las empresas más importantes del país.

Santa ha pasado a formar parte de la empresa de Ryan Harrison, ocupa un puesto acorde a su experiencia y su formación, liderando a su equipo de trabajadores quienes se sienten satisfechos con su trabajo.

Una campaña novedosa en el sector de los recursos humanos
Ante la actual situación económica existe un negativismo generalizado en la sociedad. El panorama económico provoca que además, exista una gran dificultad a la hora de que las personas puedan volver al mercado laboral. Apenas hay ofertas de empleo y el drama está presente en las familias de todo el mundo. Por todo ello Lee Hecht Harrison ha decidido crear una campaña navideña positiva, emotiva y con la que la gente se pueda sentirse identificada.

La idea surge del hecho de que en el momento actual todos somos prescindibles, no existe estabilidad laboral y cualquiera puede quedarse sin empleo. Incluso Santa Claus, una figura representativa de la Navidad, un hombre mayor, con un trabajo que es casi imposible que pueda desempeñar otra persona.

Esta historia no es ajena a la realidad. La mayoría de candidatos inscritos en programas de recolocación suelen encontrar un trabajo y Santa Claus no podía ser la excepción aunque antes tendría que pasar por el complicado proceso, igual que en la vida real.



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