Cómo reconocer los síntomas del Síndrome de Asperger en adultos
En los últimos años se ha avanzado mucho en el mundo de la medicina y muy especialmente en el tratamiento de los trastornos del espectro autista. Así, algunos como el Síndrome de Asperger en adultos se han empezado a identificar en pacientes que en muchas ocasiones no sabían ni que lo padecían. A continuación te contamos algunas de sus características más comunes para que puedas reconocerlas y facilitar la convivencia a quienes las padecen.
Contenido de la información:
¿Qué es?
El Síndrome de Asperger en adultos es un trastorno del llamado espectro autista (TEA) que afecta a la forma en la que la persona entiende y se relaciona con el mundo. Es importante puntualizar que no se trata de una enfermedad, y por tanto no tiene cura. Simplemente es una condición particular de entender la realidad, que en ningún caso tiene por qué afectar a la hora de llevar una vida plena.
Entre sus características más comunes podríamos destacar las siguientes:
– Pocas habilidades sociales. Ésta es una de las principales características de la mayoría de los pacientes. Además, en muchas ocasiones puede llegar a impedirles disfrutar de forma duradera de relaciones felices en pareja.
– Literalidad a la hora de entender las emociones. La dificultad para comprender los pensamientos y sensaciones del resto de la sociedad puede afectar a la percepción que se tenga de él.
– Rutinas muy determinadas. Si éstas no se cumplen podrían llegar a sufrir crisis de ansiedad.
– Dificultad en la coordinación de los movimientos. Esto se puede ver complementado con movimientos repetitivos y constantes.
– Problemas a la hora de comprender el lenguaje no verbal.
– Intereses en materias muy concretas. Normalmente, esto les genera obsesión sobre un tema y desinterés sobre otro.
Por supuesto, es importante puntualizar que no todos los pacientes tienen por qué cumplir con todas estas características. Así, en función de la personalidad de cada uno se podrán dar unas u otras en mayor o menor medida.
Test
Si tienes dudas sobre padecer este trastorno en adultos, lo ideal es que acudas a un médico especializado. Él será el encargado de confirmar tu diagnóstico y darte ciertas pautas para que este trastorno no te impida llevar una vida normal.
En todo caso, en Internet podrás encontrar páginas web que te ofrecen un test de Asperger para adultos informal para descubrir si los rasgos de tu carácter coinciden con los de un individuo con Asperger. Para ello, normalmente tendrás que responder a 23 preguntas sobre tu carácter. Según tus respuestas obtendrás unos resultados u otros.
Crisis en adultos
Si bien esto cambiará con el tiempo, actualmente existen muchos adultos que todavía no tienen diagnosticado su trastorno. Como decíamos anteriormente, esto puede deberse a que los estudios sobre él se han hecho más conocidos en los últimos años. Esto puede provocar que vivas una crisis típica del Asperger cuando ya seas una persona adulta. Entre las características de éstas, podemos marcar como protagonista la ansiedad. Normalmente ésta viene derivada de situaciones sociales difíciles para el paciente o incluso de la ruptura de rutinas.
En cualquier caso, lo más importante en estas situaciones es saber reconocerlas para acudir al médico y que te pueda ayudar a gestionar tu vida desde otro punto de vista.
En mujeres
Históricamente, este trastorno en adultos ha sido más difícil de diagnosticar en hombres que en mujeres. Esto es así porque en la mayoría de los casos, la focalización en intereses concretos acostumbran a hacer que ellas se separen de lo que se supone que les debería gustar. Por ejemplo, detalles tan pequeños como la ropa. En estos casos, muchas pacientes pueden preferir optar por ropas sencillas y cómodas, antes que gastar tiempo en la elección en relación con la estética.
Esto, unido al machismo que existe en este aspecto en nuestra sociedad, puede llevar a las mujeres con Asperger a tender a tener dos caras. Una pública, en la que tratan de imitar lo que se supone que es correcto y otra privada, en la que se dejan ser ellas mismas. Esto puede llevar al agotamiento de la paciente, generándole ansiedad por el esfuerzo que supone mantenerse en constante estado de autocontrol.
Así pues, motivos como éste pueden hacer que el diagnóstico se llegue a confundir con la ansiedad o incluso con la depresión. En todo caso, conviene puntualizar que no se puede generalizar al respecto y convendría analizar a cada sujeto en su particularidad.
En jóvenes
Gracias al temprano diagnóstico que se realiza hoy en día, los jóvenes con Asperger pueden llevar una vida perfectamente normal. En todo caso, conviene mencionar algunas de las dificultades que se encuentran durante su adolescencia. Entre ellas, podemos destacar los intereses infantiles, sentimientos de incomprensión, aumento de las obsesiones o reacciones emocionales desproporcionadas.
Por otra parte, el rápido diagnóstico puede favorecer que sepan lo que les pasa y así puedan trabajar sus debilidades. Al hacerlo, suelen desarrollar otras cualidades positivas de un modo más intenso de lo habitual. Entre éstas podríamos destacar los fuertes valores morales, el deseo de superación y la mejora de las dotes sociales.
¿Cómo afecta la vida diaria?
Inevitablemente, la dificultad a la hora de relacionarse con el medio puede afectar de algún modo a la vida diaria de los adultos con Asperger. Así, donde más se pueden apreciar estas dificultades es en las relaciones afectivas.
Pareja
En este terreno podríamos hablar de un problema principal: la falta de empatía. Esto puede llegar a ser muy molesto en prácticamente cualquier terreno, pero cuando se trata de compartir tu vida con alguien, adquiere, si cabe, más importancia. De este modo, en muchas ocasiones los adultos con Asperger pueden ser tildados de egoístas o indiferentes por desatender los deseos de su pareja.
Es importante subrayar que esto no ocurre porque el paciente no desee poner de su parte, sino porque simplemente no sabe cómo hacerlo.
Todo esto hace que pueda llegar a resultar complicado mantener una relación de pareja satisfactoria y duradera en el tiempo, especialmente si el otro miembro no conoce la situación de su compañero.
En la sexualidad
Por supuesto, cada persona es un mundo y lo que se pauta como norma general no tiene por qué ser aplicable en todos los casos. Sin embargo, existe un alto porcentaje de personas con Asperger que sienten una menor necesidad de contacto físico frente a los no Asperger. Esto influye directamente en la vida sexual y por consiguiente en la relación de pareja.
Recomendaciones de convivencia
Es importante insistir en que la falta de interacción social no es una enfermedad, es un trastorno. Por el contrario, puede definirse prácticamente como un tipo de personalidad, por lo que lo más recomendable es aprender a convivir con ellos y no exigirles más de lo que pueden darnos. A continuación presentamos algunos consejos para convivir con un Asperger adulto:
– Acepta su personalidad. Éste podría ser el punto más importante. No podemos pretender cambiar a una persona con este trastorno del desarrollo. Por supuesto, se le puede ayudar a mejorar sus habilidades sociales para que su ansiedad disminuya, pero nunca queriendo cambiarlos.
– Respeta sus horarios y rutinas. Suelen tener normas muy estrictas y el hecho de que alguien intente trastocarlas puede llegar a causarles mucha ansiedad. Así pues, aprende a respetarlas para que la convivencia sea buena.
– Ten paciencia. Siguiendo con el punto anterior, es importante tener paciencia a la hora de tratar con ellos, al igual que lo es a la hora de tratar con cualquier otra persona distinta a ti.
– Respeta su espacio. Normalmente les gusta disfrutar de su parcela de intimidad. No los prives de eso. Así serán más felices y la convivencia mejorará notablemente.
– Evita los sonidos fuertes. La mayoría de los individuos con Asperger tienen hipersensibilidad auditiva, así que intenta evitar la música a todo volumen o los ruidos demasiado intensos.
– Refuerza sus logros. Por supuesto, puedes ayudarlos a mejorar sus habilidades sociales y para que esto funcione, has de valorar sus avances. Así evitarás la frustración y la ansiedad.
Por lo tanto, podemos extraer como conclusión que lo más importante es aceptar la personalidad de la persona que tienes en frente y no juzgarla. Así conseguirás que tanto su evolución particular como la de vuestra relación mejore con el paso del tiempo.