Cómo proteger la piel al tomar el sol en niños y ancianos

Cómo proteger la piel al tomar el sol en niños y ancianos
NOTICIA de Jessica Pascual
29.07.2023 - 10:40h    Actualizado 29.07.2023 - 10:40h

Los niños pequeños y personas mayores son colectivos vulnerables que pueden sufrir los efectos más negativos de la exposición solar. Motivo por el que es crucial tomar las medidas de precaución necesarias para evitar los peligros de tostarse al sol y garantizar su buen estado de salud durante las vacaciones. Desde usar un protector solar adecuado, hasta buscar sitios con sombre y mantenerse hidratado, a continuación puedes consultar cuáles son las claves acerca de proteger la piel al tomar el sol en niños y ancianos.

Cómo proteger la piel al tomar el sol

Lo primero que hay que saber es que sobre la piel actúan dos tipos principales de radiaciones solares: los rayos infrarrojos, que producen calor, y los ultravioleta, responsables de las alteraciones visibles de la piel y, por tanto, los responsables de las posibles manchas y quemaduras por el sol.

Para defenderse de estos últimos, el organismo produce de forma natural un pigmento protector llamado melanina, que se encuentra en mayor cantidad en pieles oscuras frente a las de tonos más claros. Aunque, en la práctica, todos los tipos de piel deben recurrir a protectores, tanto en formato de crema solar para el cuerpo, como de crema solar facial, para evitar los efectos dañinos de los rayos.

Aunque además de la piel, hay otras partes del cuerpo que también pueden resentirse de la exposición al sol. Los rayos afectan a los ojos, y por eso es recomendable llevar siempre unas gafas adecuadas a la actividad que vaya a realizarse, ya sea deporte, conducción o jornada de playa, y que tengan un alto grado de protección contra los rayos ultravioleta.

Unas medidas de protección que cobra especial importancia en determinados sectores de población, como en niños y personas mayores, que son más vulnerables y sensibles a los efectos dañinos de una exposición solar continuada.

Cómo proteger a los niños de los rayos del sol

Un grupo especialmente sensible a los efectos nocivos del sol son los niños, sobre todo los recién nacidos y los bebés. Por este motivo, no es recomendable exponerlos al sol hasta, al menos, los seis meses de vida. A partir de esa edad sí se puede hacer, pero extremando las precauciones. Hay que utilizar siempre un fotoprotector para contribuir a su buen estado de salud. De hecho, esta es una recomendación que hacen los expertos, como los dermatólogos que recomiendan proteger la piel de los niños para prevenir enfermedades dermatológicas.

Niña tomando el sol

¿Pero, cuánta crema solar hay que echar y cada cuánto tiempo? Para garantizar su efectividad, hay que aplicarlo de forma periódica y en cantidades generosas, incluso aunque el niño se encuentre bajo una sombrilla.

Cómo proteger a los mayores de la exposición solar

Al igual que los niños, las personas mayores constituyen otro grupo de población muy sensible a los efectos del sol. Con el paso de los años se reduce progresivamente la producción de melanina, por lo que la piel va perdiendo su capacidad para protegerse de forma natural ante las radiaciones. Por este motivo, las personas mayores que vayan a estar expuestas al sol deben protegerse con un fotoprotector de factor elevado.

Además de estar protegidos con cremas y productos específicos, lo ideal es evitar pasar expuestos al sol en las horas centrales del día, cuando los rayos del sol tienen una mayor intensidad y, sobre todo, pasar buena parte del tiempo bajo la sombrilla para evitar que los rayos les den directamente sobre la cabeza.

De forma paralela a los consejos anteriores, la hidratación es clave. El organismo necesita estar hidratado por dentro y por fuera y, por tanto, para garantizar una buena protección de la piel, nada mejor que combinar las prácticas anteriores con una buena dosis de agua de forma constante para evitar posibles deshidrataciones o mareos a consecuencia del calor.



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