Cómo protege un emprendedor sus ideas, 5 fases para lograrlo

Cómo protege un emprendedor sus ideas: 5 fases para lograrlo
NOTICIA de Javi Navarro
29.07.2019 - 11:57h    Actualizado 17.03.2023 - 13:01h

Todos tenemos ideas a lo largo de nuestra vida. Algunas podrían ser ideas de negocio; y muy pocas serán ideas factibles y lucrativas. “Por eso, cuando crees tener una de estas grandes ideas, lo mejor es actuar según la primera regla del Humanismo: protege a los tuyos (y lo tuyo) y después sal a cazar”, comenta Flavio Soares, abogado especialista en tecnología y en propiedad intelectual e industrial.


Soares también es promotor y asesor jurídico del programa de ayuda a emprendedores linktoStart de la Fundación INLEA, y desde donde contesta que existen 5 fases para proteger una idea. El experto en gestión empresarial recomienda:

1. Hacer tangible tu idea: Derechos de autor

Las ideas son intangibles, así que no se pueden proteger. Suelo recomendar a los emprendedores que escriban detalladamente en un documento su idea como si fuera un proceso, un producto o un servicio. El derecho de autor protege la forma mediante la cual se expresa la idea detalladamente; pero cuidado, no protege la idea. Así que no siempre es recomendable y sería adecuado pedir asesoramiento a un profesional en propiedad intelectual.

2. Protección tangible: Patente

Una vez escrito un documento detallando todas las características de tu idea, que se puede proteger o no con el derecho de autor, habría que escribir en código fuente o algoritmo que será utilizado por una maquina u ordenador. Si la idea ya puede ejecutar una función mecánica en una determinada máquina u ordenador, la idea se puede patentar. Para patentar, lo más recomendable es recibir asesoramiento de profesionales en propiedad industrial.

3. El nombre de la idea: La marca

Suelo decir a los emprendedores que el derecho de autor y la patente les protege, pero sigue sin proteger del todo a sus ideas. Porqué sus ideas están incompletas: deben ser vendibles. El primer paso para vender cualquier idea es destacarla en el mercado. Así que necesita un nombre, una denominación, que se protege mediante el registro de marca a nivel nacional, comunitario o internacional, según la perspectiva de crecimiento que tenga el negocio, y obviamente, del presupuesto inicial.

4. Protección comercial: La contratación del know-how

El siguiente paso es preparar la idea para que sea lucrativa. Es decir, desarrollar el plan de empresa, conseguir socios capitalistas, desarrollar la producción y la comercialización. Por consiguiente, es recomendable protegerse mediante contratos con socios, proveedores, clientes y distribuidores. Los emprendedores olvidan a menudo que la mayor protección de sus ideas está en los contratos que firman cuando venden o explotan sus ideas. Si es posible, lo más adecuado sería vender las ideas a través de contratos que incluyan suministro y asesoramiento que permita una explotación más amplia en el tiempo.

5. Consejo profesional

La protección de las ideas y sus fases deben estar siempre supeditadas a la revisión de uno o varios profesionales que conozcan el entorno jurídico económico del sector de la idea de negocio, y que sepan utilizar las herramientas legales disponibles para la consecución de tu objetivo.

Las PYMES españolas innovan pero no patentan

Los pequeños empresarios españoles tienen una asignatura pendiente: registrar las patentes que desarrollan. Así se ha puesto de manifiesto en un encuentro organizado por la Dirección General de Política de la Pyme del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, la Oficina Española de Patentes y Marcas y la fundación Fundetec, en colaboración con la Cámara de Comercio de Segovia, donde se ha celebrado la reunión.

Registrar las patentes es la única manera de garantizar los derechos de propiedad industrial de una empresa, aunque la mayoría de las PYMES no lo llega a hacer. El motivo principal es que las tasas resultan caras para muchas de estas compañías, que piden más subvenciones para potenciar la innovación que surge de su actividad.

Así, todas las empresas asistentes reconocían no haber protegidos sus productos o marcas mediante el registro en la Propiedad Industrial por esas razones. Sin embargo, la organización ha advertido a los empresarios de métodos para ahorrar a la hora de patentar, como por ejemplo el registro telemático, que supone descuentos del 15 %, así como de las líneas de subvenciones estatales o autonómicas disponibles.

Asimismo, los organismos organizadores aconsejaban a los empresarios que no den a conocer sus productos sin haberlos registrado, así como que se elaboren dossieres de uso de marcas y se tenga informado al empleado en todo lo relativo a la propiedad industrial de la empresa, para que colabore en su protección.

La propiedad industrial como herramienta para mejorar la competitividad

“La situación económica actual supone una crisis del modelo de negocio”, afirmó hoy Laura Diego Sanz, subdirectora de Innovación y Competitividad de la Cámara de Comercio, en su intervención en el curso sobre propiedad industrial que han organizado conjuntamente esta institución y el Centro de Difusión de la Innovación (CDI) con una duración de 16 horas repartidas a lo largo de cuatro días. “Hasta ahora no hemos hecho todos nuestros deberes en I+D+i, pero aún estamos a tiempo”, concluyó Laura Diego Sanz.

Bajo el título de “La Propiedad Industrial“, la Cámara de Comercio de Madrid y el Centro de Difusión de la Innovación (CDI) han puesto de relieve la importancia de registrar las patentes de sus productos y servicios para el desarrollo del negocio, puesto que permite a las empresas mejorar su posicionamiento frente a sus competidores en tiempos de crisis económica. Con gran éxito de asistencia entre los empresarios madrileños, el curso ha abordado de forma global y clara los aspectos más relevantes que hay que tener en cuenta para una correcta protección de los proyectos de innovación de las empresas, así como las posibilidades de explotación de los mismos.

Proteger los proyectos en desarrollo para ser competitivo
En este curso se pretende que las empresas tomen conciencia de la importancia de proteger adecuadamente las investigaciones para obtener una ventaja competitiva. Las patentes no son sólo interesantes para proteger los inventos, sino que, además, son una fuente de información sobre el estado de la técnica que hay que aprender a explotar.

La legislación sobre Propiedad Industrial protege aquellos resultados, productos o procesos que comportan novedad o actividad inventiva con una clara aplicación industrial, cumpliendo dos funciones claras: incentivar la investigación y, en consecuencia, desarrollar la industrial. Un aspecto que, según la Cámara de Comercio de Madrid, cobra una especial relevancia en estos tiempos de fuerte crisis económica.

El criterio unánime en todos los países industrializados es que la legislación en materia de patentes influye decisivamente en la organización de la economía, puesto que constituye un elemento fundamental para impulsar la innovación tecnológica. Este aspecto resulta imprescindible para elevar el nivel de competitividad de la industria. Por otra parte, los expertos de la Cámara de Comercio y del CDI consideran que una Ley de Patentes que proteja eficazmente los resultados de nuestra investigación, constituye un elemento necesario dentro de la política española para el fomento de la investigación y el desarrollo tecnológico.

Por ello, entre otros aspectos se han presentado en este curso los diferentes buscadores de patentes. También se ha analizado en profundidad el informe elaborado por la Fundación Cotec, de la que la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Madrid es patrono, sobre los Informes Tecnológicos de Patentes. Los informes tecnológicos de patentes son valorados como una herramienta muy poderosa de vigilancia tecnológica y de obtención de información tecnológica a partir de la información recogida en las patentes ya registradas.

Patentar las marcas para ganar competitividad

Los expertos señalan que una marca que goce del reconocimiento del mercado “añade valor al producto, lo hace más atractivo a los clientes y puede incluso convertirse en el principal motivo de compra”. Proteger la propiedad intelectual tiene un coste que varía entre los 15 euros de un dominio, los 450 de una marca nacional y los 6.000 de una patente internacional. El volumen de negocio de falsificaciones de marcas en España asciende a 285 millones de euros al año. Sólo uno de cada seis consumidores españoles admite comprar sucedáneos de marcas conocidas de forma voluntaria. La confección, el calzado y la marroquinería provocan la mayoría de los servicios policiales. Uno de cada cinco empresarios textiles sufre la copia ilegal de sus diseños.

Un reciente informe difundido por la Asociación Nacional para la Defensa de la Marca (Andema) y el Consejo Superior de Cámaras de Comercio españolas estima que los españoles gastan más de 285 millones de euros al año en adquirir copias de marcas. Sin embargo, sólo uno de cada seis consumidores españoles admite comprar sucedáneos de marcas conocidas de forma voluntaria.

Esta situación ha dado lugar a la jornada “La propiedad industrial: clave en la competitividad empresarial” celebrada en la Cámara de Comercio de Madrid, en la que se ha animado a las empresas a patentar sus marcas para ganar competitividad. En la jornada intervinieron la coordinadora de innovación y medioambiente de la Cámara, Laura Diego; el asesor jurídico de la consultora Gestimarca, Josué Parejo; y la consejera técnica del departamento de Patentes e Información Tecnológica de la Oficina Española de Patentes y Marcas, Isabel Seriñá.

Los expertos coincidieron en señalar que una marca que goce del reconocimiento del mercado “añade valor al producto, lo hace más atractivo a los clientes y puede incluso convertirse en el principal motivo de compra”. Por lo tanto, la protección de los diseños valiosos suele ser una parte fundamental de la estrategia comercial de cualquier diseñador o fabricante.

Al proteger un diseño industrial mediante su registro en una oficina de propiedad industrial de ámbito nacional o regional, el titular obtiene los derechos exclusivos para impedir su reproducción o imitación no autorizada por parte de terceros. Se trata, pues, de una práctica que responde a la lógica empresarial, pues mejora la competitividad de una empresa y suele aportar ganancias adicionales.

Madrid, a la cabeza en registro de marcas

Los activos intangibles de las empresas españolas, de los que la marca forma parte sustancial, representan en la actualidad el 80 % del valor total de la empresa promedio española, el doble que en 1988. Sin embargo, las empresas siguen siendo, en la actualidad, reacias a registrar sus marcas o patentar sus innovaciones.

En España, son principalmente las pequeñas y medianas empresas las más reticentes a participar en el sistema de patentes. Los expertos que participaron en la jornada señalaron que gran parte de las compañías españolas creen que patentar una invención o registrar una marca es un engorro administrativo y que su precio es elevado. Pero lo cierto es que muchas de estas gestiones están subvencionadas por el Instituto Español de Comercio Español (Icex) y por la Oficina Española de Patentes y Marcas, y su registro permite deducciones fiscales del impuesto de Sociedades, con lo cual el gasto es relativo.

Proteger la propiedad intelectual varía entre los 15 euros de un dominio en Internet, los 450 de una marca nacional y los 6.000 de una patente internacional. Cifras que no son, en cambio, tan elevadas si se tiene en cuenta que los recursos económicos que se invierten en un nuevo desarrollo tecnológico son muchos mayores.

La Comunidad de Madrid, con 13.666 solicitudes para el registro de marcas en 2007, lidera el ranking de las comunidades autónomas en petición de registro, seguida, a buena distancia, de Cataluña, con 10.656, según datos de la Oficina Española de Patentes y Marcas. Estas cifras dan cuenta de la conciencia que han tomado las empresas madrileñas de la importancia de proteger la propiedad intelectual.

Las copias de marcas en España, el 0,2 % del total mundial

Los consumidores españoles son cada vez más reticentes a comprar productos falsificados. El negocio ilegal de venta de falsificaciones en España supone el 0,19 % del importe mundial, que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) valora en 150.000 millones de euros.

Las comunidades de Madrid y Valencia son los principales centros de este comercio paralelo al legal, en función del número de intervenciones efectuadas por la Guardia Civil. La confección, el calzado y la marroquinería provocan la inmensa mayoría de los servicios policiales. Uno de cada cinco empresarios textiles se queja de este tipo de problemas que golpean a sus marcas.

El gasto medio por compras ilegales se sitúa en 20,66 euros, con una frecuencia de al menos dos veces al año. Pero también se observa que, si bien más del 17 % del millar de consumidores encuestados admitían adquirir estos productos conscientemente hace seis años (el anterior estudio al respecto se realizó en 2001), esta proporción se eleva ahora al 21 %. La lucha de las empresas y las actuaciones aduaneras y policiales para combatir este fraude están surtiendo su efecto más positivo en el consumo responsable.



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