Cómo plantar tomates cherri en casa
¿Te gustaría tener un pequeño huerto en casa en el que cultivar tus plantas aromáticas favoritas o algunas frutas y verduras, como los tomates cherri? Únicamente necesitas buscar un huequecito en una zona de tu casa con buena iluminación y con muchas horas de sol, comprar la semilla de la planta, un poco de abono o tierra, una azada pequeña para trabajar y muchas ganas de aprender sobre jardinería. En esta guía te explicamos cómo plantar tomates cherri en casa, tanto si vives en un piso como en un chalet con jardín, y los cuidados que debes realizarle a la planta para disfrutar de una cosecha propia de este alimento tan rico en verano.
Si quieres conseguir un resultado de diez, ya sea con esta variedad de cherri o con otra, no te pierdas cómo debe ser el proceso de cuidar una tomatera para recoger los mejores tomates.
Contenido de la información:
¿Cuándo plantar tomates cherri?
Las frutas y verduras tienen sus propios ciclos de crecimiento y, por tanto, elegir el momento adecuado para plantar esta variante de tomates es la clave para que la tomatera acabe dando sus frutos. Pero, ¿el tomate es una fruta o una verdura? En el caso de los tomates cherri, el momento ideal para plantarlos es justo antes de que finalice el invierno y empiece la primavera, en torno al mes de marzo o incluso en abril, porque la cosecha se recoge en verano. De esta forma, la etapa de crecimiento, desarrollo y salida de las flores de la planta del tomate coincidirá con los meses de mayor calor.
En resumen, los tomates cherri se cultivan en invierno y se recogen en verano. Pero hay que prestar atención al clima y a los fuertes temporales que puedan producirse. Por ejemplo, una tomatera no soportaría una nevada, por lo que es importante asegurarse de que comienza la típica temporada de lluvias de la primavera y que, por tanto, han finalizado las comunes heladas del invierno antes de plantarla.
¿Dónde plantar una tomatera?
¿En maceta, en una mesa de cultivo elevada, para no tener que agacharte, o en el suelo? Depende de las opciones que tengas. Si lo haces en una maceta, lo más relevante para que puedas disfrutar de tus propios tomates cherri es elegir el recipiente adecuado para que la planta pueda crecer libremente y sin limitaciones. Si vives en un piso que no tiene ni balcón ni terraza, la opción más viable para cultivar tomates cherri es plantarlos en una maceta. El recipiente debe tener agujeros en la superficie para que el agua sobrante con la que riegas la planta se filtre y se quede en el plato de debajo.
En cuanto al tamaño de la maceta, una buena elección son las que tienen unos 20 litros de capacidad para permitir el desarrollo completo de la planta. Ten en cuenta que cuanto más espacio tenga para crecer, más altura y profundidad desarrollará la planta. Y lo mismo se aplica para una mesa de cultivo elevada o un huerto vertical. Debe tener espacio suficiente para que la planta crezca con libertad.
El suelo es el entorno perfecto para que crezcan las plantas de huerto, puesto que tienen toda la superficie que necesitan para desarrollarse y pueden conseguir los nutrientes directamente de la tierra. Pero no todo el mundo tiene esta posibilidad. Por ello puedes poner en práctica otras alternativas como plantar en macetas o en un huerto urbano pequeño.
En cuanto a la ubicación de la planta, el entorno en el que mejor crecen y se cultivan los tomates es al aire libre. Que el lugar tenga una exposición directa a la luz solar es fundamental. Y si tienes que elegir entre un sitio que reciba la luz por la mañana o lo haga por la tarde, mejor siembra la planta en el sitio donde reciba la luz del sol mañanero. Por tanto, si tienes un pequeño balcón, terraza o directamente un jardín, lo mejor es que plantes la tomatera en el exterior. Y si no, puedes colocar la planta en una ventana para que reciba igualmente las vitaminas de los rayos del sol.
Cómo plantar una tomatera
Si quieres cultivar tomates cherri en casa, lo primero que tienes que hacer es comprar la semilla de la planta. Puedes hacerte con estos ejemplares en cualquier vivero. Una vez las tengas, tienes que decidir dónde vas a plantarlas. Si vas a tener la planta en el interior, puedes ponerlas directamente en un semillero para que germinen, es decir, que la semilla empiece a crecer y aparezcan los primeros brotes verdes. Después, tendrás que trasplantarla a una maceta más grande. Para cambiarla a una maceta solamente tienes que echar un poco de tierra en la maceta, dejar un hueco en el medio, introducir la planta germinada y echar más tierra encima. Ahora riega con bastante agua y listo. A esperar a que empiecen a crecer las ramas y hojas de la planta.
Si puedes sembrarla en el exterior, puedes introducir la semilla directamente en la tierra para que germinen. Aunque aquí vuelve a influir directamente el clima. Puede que el proceso de germinado no se complete con éxito si las temperaturas son muy bajas todavía.
Para ello, un pequeño truco. Tras el proceso de germinación de la semilla y crecimiento del plantón, es momento de trasplantar la tomatera. Y una de las recomendaciones es hacerlo a partir de la festividad de San Isidro, el 15 de mayo, cuando ya no hay riesgo de heladas ni de nevadas. Aunque si quieres sembrar la planta antes de esta fecha en la tierra, puedes hacerlo siempre y cuando la protejas del frío. ¿Cómo? Puedes cortar una botella de plástico por la parte inferior e introducir la planta en el interior para resguardarla de las bajas temperaturas.
Como ves, es un proceso muy sencillo. Pero si no quieres tener que estar pendiente de plantarla y prefieres evitar este primer paso previo, siempre puedes comprar directamente la planta del tomate algo crecida y ponerla en tu casa para cuidarla.
Qué cuidados necesitan los tomates
Para cultivar tomates y tener éxito hacen falta dos cosas:
- Iluminación natural del sol
- Agua
La planta necesita bastante cantidad de agua, sobre todo con la llegada de las altas temperaturas. En los días con temperaturas más altas y en las horas de mayor calor, la planta estará decaída, aparentemente seca y de color apagado. Mientras que por la noche, cuando empiece a refrescar (y la riegues) podrás ver a la tomatera en todo su esplendor, con las hojas y ramas mirando hacia arriba y de un color vivo. Un consejo. Recuerda regar la planta solo antes de que salga el sol, a primera hora de la mañana o a última hora del día, cuando la planta no está expuesta a los rayos solares.
Eso sí, que necesite mucha agua no quiere decir que haya que empaparla. Palpa siempre la tierra con la mano para comprobar si está húmeda o no. Si notas que la tierra todavía tiene agua, no la sigas regando porque es perjudicial para el desarrollo de la planta.
Cuando aprecies que empieza a crecer, tendrás que guiarla mediante palos para sujetarla y que crezca en la dirección que quieras. De esta forma ayudarás a que el tallo de la planta no se doble ni se caiga del peso de las ramas secundarias y de los propios tomates cuando crezcan. Esta acción se llama en tutorado y es una buena técnica si además quieres dirigir el crecimiento de la planta para que se desarrolle en vertical.
Podar una tomatera
La poda de la planta debe hacerse de manera regular, cada vez que veas hojas secas amarillas para limpiarla del peso muerto y dejar solamente las partes que se encuentren en mejor estado. La primera poda suele hacerse en torno a los 15 días después de la germinación, cuando empiezan a aparecer algunas hojas secas.
Cuánto tardan en salir los tomates cherri
El tiempo que tardan en crecer suele ser de unos tres meses, para recogerlos justo en verano para preparar unas deliciosas ensaladas con los tomates cherri de tu huerto o maceta. Ten en cuenta que si las plantas en el mes de marzo, aproximadamente para julio o agosto, ya podrás disfrutar de este producto de temporada.
Pero, ¿cómo saber cuándo cogerlos de la planta? Los primeros tomates que van a aparecer serán muy pequeñitos y de color verde. La exposición continuada al sol y el buen mantenimiento de la planta conseguirán que empiecen a tornarse hacia colores más rojos. Para saber cuál es el momento perfecto para cogerlos de la planta, puedes guiarte por el color. Y también por el tacto. Al igual que ocurre con otros vegetales o frutas, la clave está en palpar alguno de los ejemplares. Los tomates no pueden estar duros. Si al tacto los notas ligeramente blandos puedes probar a tirar de uno para comértelo y ver si están en el estado perfecto para incluirlos en tus platos. No te olvides de lavarlos bien con agua antes de añadirlos a cualquier elaboración.
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