Cómo pagar las deudas de las vacaciones
Es el momento más esperado del año, pero también el que puede traerte más quebraderos de cabeza. Te damos algunos consejos para pagar las deudas de las vacaciones sin que repercutan negativamente en tu situación financiera.
Contenido de la información:
1. Analiza la deuda contraída
Es primordial estudiar la cantidad adeudada para saber cómo pagar las deudas de las vacaciones. Analiza la cantidad exacta, la forma de pagarla y las posibles repercusiones que esta puede tener en tu economía: ahorro, recorte de gastos, etc.
2. Sé disciplinado
Es un aspecto muy importante. Una vez que has analizado cómo hacer frente a la deuda, hay que establecer un plan de acción inmediato. Esa deuda debe ser tu prioridad económica. Para ello, recorta todos los gastos que puedas, evita seguir endeudándote y establece un plan de ahorro a corto plazo.
Puede no ser fácil, pero a la larga agradecerás haberla solventado cuanto antes. Y por supuesto, nunca dejes de pagar. Aunque pueda parecer una solución a corto plazo, el sentido común dice que solo servirá para empeorar tu situación.
3. Controla la tarjeta de crédito
Las tarjetas de crédito son muy cómodas de utilizar, pero pueden suponer un problema a la hora de pagar las deudas. Es fundamental saber qué intereses tiene la tarjeta de crédito antes de comprar a plazos, especialmente al reservar las vacaciones. Intenta devolver el importe en el menor plazo posible y no utilices esa tarjeta de crédito para otras compras hasta que no saldes la deuda de las vacaciones, puesto que si no puedes pagar la tarjeta de crédito, hay consecuencias.
4. Busca otras fuentes de ingresos
Debe ser una de tus prioridades cuando te encuentres en la situación de tener que pagar las deudas de las vacaciones. Buscar un trabajo extra o vender artículos de segunda mano que no utilizas te dará ingresos alternativos muy necesarios a la hora de hacer frente a tus deudas.
5. Utiliza tus ahorros
No todo el mundo puede hacerlo, puesto que dependerá de si tienes un ‘colchón’ económico indicado para este tipo de situaciones. Tener dinero ahorrado para imprevistos es muy útil cuando se trata de saldar deudas. Analiza si merece la pena utilizar ese dinero para tal fin y poder pagar las deudas de las vacaciones.
6. Solicita ayuda
Aunque no sea una opción muy llamativa, puede resultar necesaria en casos de emergencia. Reúnete con tu asesor bancario para intentar llegar a un acuerdo beneficioso para ambas partes en cuanto a la deuda se refiere. Además, puedes pedir dinero a familiares o amigos de confianza. Si pueden echarte una mano, seguro que están encantados de hacerlo en un momento tan delicado.
7. No cometas los mismos errores
Es fundamental aprender de los errores para evitar vivir una situación parecida al año siguiente. Por eso, intenta reservar las vacaciones con la mayor antelación posible, controla tus gastos con la tarjeta de crédito e intenta pagar en efectivo en la medida de lo posible. Si sigues al pie de la letra estos consejos, la depresión postvacacional será solo un bache emocional y no un problema económico.
Ojo con la contratación de créditos rápidos para las vacaciones
Tras consultar a la Unión de Consumidores de España (UCE), hay que tener en cuenta ciertas ‘letras pequeñas’ en la contratación de créditos rápidos para pagar las vacaciones, “puesto que puede convertirse en un problema grave para la economía familiar y que antes hay que hacer una reflexión para saber cuánto me puedo endeudar“, indican desde UCE.
Las entidades que conceden los denominados créditos rápidos conocen perfectamente la situación actual, y por ello no dudan en utilizar publicidad agresiva en medios de comunicación sobre todo en la televisión donde se invita a contratar tarjetas y créditos de forma “sencilla” y “rápida”, pero con altos intereses a la hora de devolver el préstamo.
En la mayoría de los casos, tantas facilidades esconden condiciones totalmente abusivas para los consumidores y lo que inicialmente se contrató como una cómoda fórmula de pago, puede acabar creando situaciones complicadas. Este tipo de empresas genera cada vez un mayor número de reclamaciones por parte de los usuarios.
En primer lugar, el cliente no dispone de la cantidad solicitada de forma inmediata, puesto que primero se debe enviar el correspondiente formulario junto con la documentación exigida, y solo una vez que se realice el estudio por parte de la financiera y lo apruebe, se enviará el dinero. Todo ello se puede prolongar durante más de una semana.
Intereses abusivos
Este tipo de créditos se conceden por importes que no superan los 6.000 €. Mientras Cajas y Bancos están ofreciendo a sus clientes tipos que oscilan entre el 7 % y el 10 % TAE a estos créditos se aplican tipos de interés entre el 20 y 25 % TAE e incluso mayores. A lo que hay que añadir el cobro de comisiones completamente abusivas, como es la comisión por devolución de recibos que ascienden a 30 € por recibo que el usuario devuelva. Además, el usuario debe saber que estas entidades no están sometidas al control del Banco de España.
El gancho de este tipo de productos radica en que son importes poco elevados y se financian en periodos muy amplios, lo cual permite a la entidad cobrar más intereses, mientras el consumidor aparentemente cree pagar menos.
El usuario puede acudir a este tipo de créditos sólo cuando esté seguro de que bancos o cajas no se lo conceden y no exista otra forma de conseguir el dinero.
UCE recomienda a los usuarios que soliciten toda la documentación por escrito y lean la letra pequeña detenidamente antes de firmar.