Cómo lavar las mantas de lana en casa
Llega el frío y toca sacar las mantas del armario para estos días de entretiempo en los que no llega a encenderse la calefacción, pero no está de más echarse una manta por encima en la cama o al sentarse en el sofá.
Sin embargo, antes de empezar a utilizarlas, es recomendable darles un lavado y limpiar las mantas de lana para eliminar los restos de polvo y suciedad que hayan podido coger durante la temporada de verano que han estado guardadas, al igual que hay que lavar el edredón de plumas. Y sí, también es recomendable hacerlo aunque las hayas tenido metidas en una bolsa al vacío para la ropa.
Contenido de la información:
¿Tengo que lavar las mantas antes de usarlas si las limpié antes de guardarlas en verano?
Depende, aunque en ocasiones es recomendable. Lo ideal es sacar la manta del sitio en el que la tuvieras guardada y echar un vistazo general. Si ves que tiene polvo acumulado, será suficiente con un aireado de la manta. Sacudirla un poco en la calle y dejarla unas horas bien estirada para eliminar el olor a cerrado.
Sin embargo, si ves que hay algunas manchas o restos de suciedad incrustada, sí es recomendable lavarla. En estos casos, lo mejor es darles una limpieza a fondo antes de empezar a usarlas y asegurarte de que están completamente limpias y en perfecto estado. Además de para limpiarlas, con un lavado conseguirás que las mantas tengan una textura más suave y agradable al tacto, así como un olor reconfortante a recién lavado.
Por otra parte, si la ves muy desgastada, quizá te interese comprar una manta de invierno nueva para casa y deshacerte de la vieja.
Cómo lavar las mantas de lana
Las mantas de lana son prendas delicadas y, por ello, necesitan unos cuidados especiales. Si necesitas limpiarlas, lo primero que debes saber es que tienen que lavarse con los métodos y productos adecuados para que se mantengan como el primer día. Para ello, una pista muy valiosa puede dártela la etiqueta de la propia manta.
En concreto, el significado de los símbolos de las etiquetas van a indicarte cuál es la mejor forma para lavar la manta según el fabricante para evitar su deterioro.
Por otra parte, existen varias posibilidades para lavar una manta de lana y que te detallamos en los siguientes apartados.
En la lavadora
Para empezar, uno de los aspectos a tener en cuenta que facilitan enormemente la tarea de la limpieza es que este tipo de mantas de invierno pueden meterse a la lavadora.
Sin embargo, no puede hacerse de cualquier manera o en cualquier programa, sino que para garantizar su buen estado y suavidad en la textura, es fundamental lavarlas con el ciclo adecuado.
¿Cuál elegir? Debe ser un programa de lavado específico para prendas delicadas y de agua fría para no estropear el tejido de la manta. Y usar un jabón suave o neutro para evitar que el material de la manta pueda deteriorarse o perder suavidad.
Además, lo ideal es que el programa no sea de larga duración, puesto que no es necesario que la manta se pase una hora dando vueltas en la lavadora porque no va a limpiarse mejor.
A mano
Por otra parte, si es una manta gorda de invierno y no te cabe bien en la lavadora, puedes lavarla a mano, pero es un trabajo más tedioso al que hay que dedicarle cierto tiempo. Y, sobre todo, contar con un buen día de sol para que la manta se seque en un periodo de tiempo más o menos corto, de un día. No es necesario frotar si la lavas a mano, basta con echar jabón en un barreño o bañera y dejarla reposar para que el jabón haga el efecto.
Otra opción, si prefieres ahorrarte todos estos pasos y asegurarte un buen resultado, es llevarla a una tintorería y asegurarte de que la manta va a quedar perfecta y el tejido no va a estropearse.
Cómo secar una manta de lana
Una vez lavada, hay que estirarla y dejarla que se seque de manera natural. Y no la arrugues o la dejes de cualquier manera. Procura extenderla para que se seque por igual o no se quede acartonada o arrugada. Si no quieres que el tejido se estropee, evita meterla a la secadora.
Cada cuánto lavar una manta de lana
Para no estropear el material y que te duren en buen estado durante mucho tiempo, lo ideal es lavar las mantas de lana en una periodicidad de año en año. Aunque si consideras que tiene buen aspecto y que no es necesario lavarlas, quizá sea suficiente con un pequeño aireado de la manta. Este pequeño mantenimiento sí es más recomendable hacerlo, sobre todo, dos veces al año. Antes de guardarlas para la temporada de verano y justo antes de empezar a usarlas durante el invierno.
No hay que confundir la periodicidad de los lavados de este tipo de mantas con otros accesorios del hogar. Por ejemplo, en esta otra información puedes consultar cada cuánto hay que lavar las toallas del baño para evitar la aparición de gérmenes y suciedad.