Cómo saber identificar una picadura de los 8 insectos más comunes

Con la llegada del buen tiempo, los insectos están al acecho. Las picaduras son frecuentes en nuestro día a día y en muchas ocasiones solo nos queda resignarnos y esperar a que desaparezcan o actuar con repelentes contra los bichos. Sin embargo, si somos capaces de identificar picaduras podremos intentar combatirla para aliviar las molestias provocadas. Te contamos cómo hacerlo. ¡Toma nota, algunas picaduras son muy peligrosas!

Picaduras comunes: tipos

¿Cómo identificar los tipos de picaduras? Descubre cómo reconocer picaduras y los tipos de picaduras más usuales:

1. Picaduras de mosquitos

Son las más habituales, especialmente en verano. Son el tipo de picadura de insecto que produce ampolla enrojecida. Su picazón suele ser localizada y fácil de tratar con alguna crema especial. Pueden llegar a ser muy molestas, especialmente cuando aparecen varias picaduras seguidas, pero no suelen revestir gravedad, salvo en casos en los que se presente fiebre o dolor articular. En estas situaciones hay que ir al médico cuanto antes para evitar infecciones.

Culex pipiens es el mosquito más frecuente de España y del mundo, y todos, en algún momento de nuestra vida, hemos sido su víctima. Y por su carácter cosmopolita, la posibilidad de picar y transmitir enfermedades a los seres humanos aumenta, sobre todo por la noche y en espacios cerrados.

De las enfermedades que el mosquito puede transmitir, destacan numerosas arbovirosis (enfermedades tropicales caracterizadas con encefalitis y fiebres) o las filariasis (infecciones parasitarias). Pero, “la más famosa es la del Virus del Nilo Occidental, por ser la más conocida de todas por los procesos graves a los que dio lugar en la ciudad de Nueva York en 1999”, recuerda Ricardo Jiménez Peydró, investigador del Instituto Cavanilles de Biodiversidad de la Universidad de Valencia.

Virus del Nilo
Aunque este mosquito transmite multitud de enfermedades en todo el planeta, “en España preferentemente se da el virus del Nilo Occidental y Usutu, según los datos publicados hasta el momento de la península”, aclara Ana Vázquez, investigadora en el Laboratorio de Arbovirus y Enfermedades Víricas Importadas del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III. Una única picadura es suficiente para transmitir la enfermedad. “Como una hembra realiza varias picaduras a lo largo de su vida, las transmisiones son numerosas”, añade Jiménez. Pero no todas las personas están tan expuestas a las picaduras.

A quién pican más
Los mosquitos eligen a sus víctimas. Estos insectos “detectan diferenciales de emisión de CO₂, y son atraídos por la combinación de sustancias como el colesterol, el ácido úrico, y otra serie de componentes con mayor o menor volatilidad que marcarán sus preferencias para alimentarse”, destaca el entomólogo Santiago Ruiz Contreras, del Servicio de Control de Mosquitos de la Diputación Provincial de Huelva. Además, “a menor vellosidad y menor espesor de epidermis, más propensa será la persona a la picadura de los mosquitos”, añade el investigador. Para evitar las picaduras, lo más eficaz es un buen repelente de mosquitos y, sobre todo, prestar especial atención a la picadura del mosquito tigre para saber qué hacer.

2. Picaduras de avispas y abejas

Son unas de las picaduras más dolorosas, puesto que el aguijón del insecto se clava en la piel. Aunque a priori no revisten gravedad, pueden ser muy peligrosas para los alérgicos a estas picaduras, aproximadamente el 10 % de la población. De ser así, el afectado empezará a sentir náuseas, ardor en la lengua y dificultad para respirar… Aquí te explicamos qué hacer si te pica una avispa.

Si no tienes estos síntomas tras una picadura, sentirás dolor los minutos siguientes a la picadura y notarás una hinchazón leve y el enrojecimiento en la piel. Basta con lavar la zona con agua y jabón y aplicar hielo para bajar la hinchazón y paliar el dolor. En caso contrario, acude a Urgencias cuanto antes.

Identificar una picadura de abeja es muy sencillo, puesto que son muy similares a las de avispa, pero menos habituales, puesto que este insecto solo ataca si se siente amenazado. Los síntomas son los mismos y la forma de proceder también.

3. Picaduras de arañas

La mayor parte de las picaduras de araña son inofensivas, salvo las de los arácnidos venenosos. Suelen manifestarse con una ampolla y dos puntitos en la piel que delimitan la ‘mordedura’ de la araña. Ocasionan dolor, picor y enrojecimiento, por lo que conviene lavar la zona con agua y jabón y aplicar un poco de hielo para aliviar el dolor.

4. Picaduras de garrapatas

Aunque no parezcan grave a simple vista, las picaduras de garrapatas pueden llegar a ser muy peligrosas, puesto que transmiten enfermedades como la enfermedad de Lyme. Es muy importante extraer la garrapata de la zona donde se haya producido la picadura, porque suelen quedarse adheridas a la piel durante un tiempo.

Para extraerla se pueden utilizar unas pinzas. Después, hay que lavar muy bien la zona con agua y jabón. Las picaduras de garrapatas producen dolor, hinchazón y sensación de ardor. En el caso de sufrir un malestar más grave, hay que ir al médico de inmediato para que compruebe si se ha producido la transmisión de algún virus.

Es complicado identificar la picadura de garrapata en el momento en el que se produce. Estos ejemplares son capaces de inyectar una anestesia local en la zona en la que van a engancharse para que apenas se note que se han adherido a la piel. Por ello es fundamental la prevención. Hay que tener en cuenta que las garrapatas suelen ubicarse en las plantas, zonas de pasto, árboles o arbustos y aprovechar el simple contacto con la pierna de las personas o el lomo de los animales para instalarse en la piel.

Hasta pasadas las 24 horas no empieza a alimentarse de la sangre y, por tanto, no transmite enfermedades ni virus. Por ello es tan importante la detección temprana de la picadura, para evitar la transmisión de cualquier enfermedad.

Así que te recomendamos que si vas a ir al campo, vayas con pantalones largos y calzado cerrado. Procura ir por los caminos habilitados o centrales y no meterte campo a través. Y tras el día de campo o paseo, inspecciona el cuerpo y asegúrate de que no se te ha adherido ninguna. Suelen colocarse en zonas del cuerpo calientes y húmedas como el pelo, axilas, cuello, detrás de las rodillas, ombligo o cintura.

Las picaduras de garrapata en perros son más complicadas, puesto que no notamos nosotros directamente el picor, sino que tendremos que estar atentos a nuestra mascota.

5. Picaduras de pulgas

Se manifiestan en forma de pequeños bultos rojos en la piel, en grupos de tres o cuatro y que producen una comezón intensa. Ante estas picaduras hay que evitar rascarse para que no se infecten. Bastará lavar la zona con agua y jabón y aplicar alguna pomada que alivie el picor.

6. Picaduras de chinches

En muchos casos es difícil identificar una picadura de chinche, puesto que muchas personas pueden no sentir ningún tipo de picor o molestia, mientras que otras pueden sufrir erupciones grandes, si son alérgicas. Para reducir el picor y evitar que la zona se infecte, hay que lavarla con agua y jabón y cuidar mucho su higiene.

Es común que las chinches aniden en tu casa, sobre todo en la cama, por ejemplo en el colchón. Si es tu caso, aquí tienes información para eliminar chinches.

7. Picaduras de hormigas

No suelen ser muy habituales, pero las picaduras de hormigas rojas se producen a través de la inyección de veneno en la piel, lo que ocasiona ampollas, irritación y picazón. Las molestias pueden reducirse notablemente aplicando una crema con corticoides.

8. Picaduras de escorpiones

Aunque en España es muy extraño ver una de estas picaduras, saber identificar una picadura de escorpión es fundamental para actuar con rapidez y evitar problemas de salud más graves. Lo primero que hay que tener en cuenta es el tipo de alacrán que ha picado, la edad de la persona y la cantidad de veneno en el cuerpo.

En esta otra información te explicamos todo lo que necesitas saber sobre qué hacer si te pica un escorpión.

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