Cómo hipotecar mi casa
Hipotecar una vivienda consiste en pedir un préstamo hipotecario al banco para conseguir dinero de forma rápida, pero cuya cantidad no tiene por qué destinarse a la compra de una nueva casa. Es decir, que consiste en pedir una hipoteca al banco para conseguir una determinada cantidad de dinero que puede destinarse a cualquier fin distinto de la compra de la vivienda.
¿Por qué elegir esta vía de financiación en lugar de un préstamo personal o cualquier crédito rápido? ¿Merece la pena hipotecar una vivienda? ¿Cuáles son los principales riesgos asociados a esta operación? En esta guía te explicamos en qué consiste el proceso de hipotecar una vivienda, sus principales características, ventajas, riesgos y si merece la pena o no.
Contenido de la información:
En qué consiste el proceso de hipotecar una casa
El trámite de hipotecar una casa es una fórmula que permite obtener liquidez económica de golpe y destinar el dinero a aquellos fines que necesites. Ya sea para hacer una reforma de la vivienda actual con el dinero del préstamo, como inversión inicial para emprender un negocio, como alternativa para realizar una reunificación de deudas o para comprar una segunda residencia o apartamento en la playa.
El proceso es prácticamente idéntico al de pedir una primera hipoteca para comprar una casa. Motivo por el que es fundamental tomárselo con calma para comparar las ofertas y revisar así las condiciones y comisiones asociadas. Porque esta fórmula no es otra cosa que pedir una nueva hipoteca al banco que tiene sus intereses asociados y que debe devolverse bajo una cuota mensual.
Por ello, antes de lanzarte a la piscina te recomendamos que recuerdes cómo fue el proceso de solicitud de la primera hipoteca de tu casa y valores si merece la pena empezar de nuevo. Y, sobre todo, que desde el prisma de la experiencia, consideres cada una de las cuestiones a mejorar y a tener en cuenta antes de decidirte por un préstamo concreto.
En resumen, hipotecar una casa ya pagada consiste en pedir dinero al banco bajo una hipoteca aunque no vayas a comprar una vivienda. La diferencia con otro tipo de préstamos personales o créditos rápidos es que en este caso, ante impago de las cuotas, el banco puede embargar la vivienda para recuperar el dinero prestado. Porque este es precisamente el gran inconveniente de hipotecar una casa, que el banco toma tu vivienda actual como aval y garantía en caso de impago.
Cuánto dinero da el banco al hipotecar una vivienda
Aunque hipotecar una casa es una fórmula que permite obtener liquidez, el banco no ofrece tanta cantidad de dinero a las personas que hipotequen su casa frente a aquellas que solicitan su primera hipoteca. Mientras que en este último caso las entidades suelen financiar hasta el 80 % del valor de la vivienda, al hipotecar una vivienda las entidades suelen ofrecer entre el 50 y el 60 % del valor de la vivienda.
A pesar de estos datos generales, hay que tener en cuenta que la cifra final puede variar en función de la solvencia y situación financiera del solicitante, así como del estado y valor de la vivienda y la entidad a la que solicites el préstamo.
Quién puede hipotecar una casa
El proceso de hipotecar una vivienda para conseguir liquidez no es un trámite que pueda hacer cualquier persona. Por el contrario, al igual que sucede al pedir cualquier tipo de préstamo, tanto el solicitante como el inmueble que va a actuar de garantía deben cumplir una serie de condiciones y requisitos:
- Para empezar, lo primero a tener en cuenta es que para hipotecar una casa esta debe estar ya pagada, es decir, no puede tener ninguna carga o deuda pendiente.
- Por otra parte, una persona solo puede hipotecar su casa siempre que esta esté a su nombre y pueda acreditarlo. Este dato es fácil de conseguir al solicitar una nota simple en el Registro de la Propiedad o mediante las escrituras de compraventa de la vivienda.
- Por último, otro de los requisitos para poder hacer este trámite es que el banco considere que se trata de una operación viable. En este apartado se incluye el estudio del perfil financiero y crediticio del cliente y del estado o valor de la vivienda.
Cómo hipotecar mi casa
De manera resumida, el procedimiento para hipotecar una vivienda consta de los siguientes pasos:
- Solicitar la nota simple o buscar las escrituras de la vivienda. Estos papeles harán falta para demostrar que la casa es tuya y que se trata de una vivienda libre de cargas.
- Comparar las ofertas de hipotecas de las distintas entidades para hipotecar una casa y valorarlas para, entre otras cuestiones, decidir si quieres una hipoteca fija o una hipoteca a tipo variable.
- Una vez decidido el tipo de préstamo y la entidad bancaria en la que quieres contratarlo, hay que entregar la banco la documentación para el estudio financiero.
- Solicitar la tasación de la vivienda, cuyo coste corre a cargo del solicitante.
- Firmar el nuevo préstamo.
Ventajas de hipotecar una casa
Algunas de las grandes ventajas de optar por esta vía para conseguir financiación son:
- Permite conseguir liquidez por una determinada cantidad de dinero con condiciones más ventajosas que un préstamo personal y puedes destinar el dinero al fin que quieras.
- Supone una fórmula que, al tener una casa como garantía, permite a los solicitantes una mayor facilidad a la hora de conseguir dinero.
- Es un tipo de préstamo que ofrece una mayor flexibilidad en los plazos de amortización, que suele ser de entre 20 y 30 años.
Riesgos y desventajas
Además de las ventajas enumeradas en el apartado anterior, los principales riesgos y desventajas asociados a esta operación son los siguientes:
- Su principal riesgo es que el banco puede embargar la propiedad ya pagada si el deudor no es capaz de afrontar las cuotas del nuevo préstamo.
- El interés suele ser más alto que una hipoteca normal y, por tanto, hay un riesgo de endeudamiento si no se realiza una buena gestión del dinero.
¿Merece o no la pena?
Depende de cada caso, aunque, de manera general, hipotecar una casa es una operación poco habitual y arriesgada. Para saber si merece o no la pena habría que analizar varios factores y aspectos de cada operación. Como, por ejemplo, valorar si el 50 o 60 % del valor de la casa que va a ofrecerte el banco cubre la cantidad de dinero que necesitas. Puede que con el valor de la mitad de la vivienda no sea suficiente y no compense arriesgarse.
Por otra parte, también hay que tener en cuenta las comisiones y condiciones, sobre todo en lo relativo a los tipos de interés. Otra de las cuestiones a tener en cuenta es que antes de plantearte hipotecar una casa, debes asegurarte y analizar de que eres capaz de asumir las cuotas porque si no puedes perder la casa.