Cómo hacer Pilates para embarazadas
La práctica de Pilates para embarazadas es un método muy beneficioso a la hora de preparar el parto y la recuperación posterior del mismo. Te contamos todos los beneficios que conlleva, cuándo conviene practicarlo y las posibles contraindicaciones que tiene. ¡Toma nota!
En el caso de no estar embarazada, puedes consultar cuáles son los mejores ejercicios de pilates para tonificar el cuerpo.
Contenido de la información:
Pilates para embarazadas: ejercicios
El método Pilates es un conjunto de ejercicios físicos que tienen como objetivo el fortalecimiento muscular, la resistencia, la flexibilidad, la conciencia corporal, el control de la respiración, la relajación y la concentración.
Estos ejercicios se realizan mediante movimientos suaves y constantes, centrados en el llamado centro muscular, compuesto por el abdomen, las caderas, la pelvis y las lumbares. El objetivo principal de los ejercicios es alinear y proteger la columna a la vez que se fortalecen el resto de los músculos del cuerpo.
Pilates para embarazadas: beneficios
Las mujeres embarazadas desarrollan cambios en los músculos abdominales y el suelo pélvico. Estos se debilitan provocando dolores lumbares y otro tipo de molestias.
Con la práctica de Pilates se fortalecen esos músculos debilitados durante la gestación y el cuerpo se prepara de mejor manera para el parto y el postparto.
Estos son los beneficios concretos de practicar Pilates para mujeres embarazadas.
– Fortalecimiento del centro muscular. Se protege la columna y se reducen los dolores lumbares.
– Fortalecimiento de las piernas y del suelo pélvico. Previene el prolapso o desplazamiento del útero.
– Mayor movilidad y flexibilidad de la pelvis. Esto ayuda a facilitar el paso del bebé durante las fases de dilatación y expulsión en el parto.
– Mejora del sistema cardiovascular.
– Mejora del aparato digestivo. Digestiones más ligeras y menos estreñimiento.
– Mejor higiene postural al aumentar la conciencia corporal.
– Menos retención de líquidos, especialmente en piernas y tobillos.
– Liberación de estrés y menos nivel de insomnio durante el embarazo.
Contraindicaciones Pilates embarazo
El método Pilates para embarazadas debe comenzar alrededor de la semana 12 de embarazo y siempre con el consentimiento de un ginecólogo. Aun así, existen algunos casos en los que no se recomienda esta práctica. Son los siguientes:
– Hipertensión
– Enfermedades cardiacas
– Enfermedades pulmonares
– Diabetes
– Hipotiroidismo o hipertiroidismo
– Anemias y fatiga crónica
– Rotura prematura de membranas
– Cuello uterino incompetente
– Sangrado vaginal
– Exposición de placenta previa
– Parto prematuro o aborto natural
¿Cuándo realizar Pilates para embarazadas?
Lo ideal es comenzar la práctica de Pilates durante el segundo trimestre de embarazo. En esta etapa, conviene realizar posturas en posición de ‘cuatro patas’, puesto que se consigue fortalecer la espalda sin que el aumento de la barriga interfiera con la rutina de ejercicios.
En este periodo también se hacen ejercicios para fortalecer el suelo pélvico, puesto que estos simulan el esfuerzo de intentar contener la orina y son perfectos para evitar la incontinencia tras el parto.
Durante el último trimestre de embarazo se recomiendan ejercicios que ayuden al bebé a encajarse y faciliten el control de la respiración, por no hablar de otros beneficios para el bebé al hacer ejercicio durante el embarazo. Con ellos, las embarazadas pueden aprender a dirigir el aire a puntos específicos del cuerpo.
Finalmente, la práctica de Pilates resulta muy beneficiosa tras el parto para recuperar la forma física y la figura. Eso sí, es importante esperar a que finalice el periodo de puerperio: 8 semanas en partos naturales y 12 semanas en cesáreas.