Cómo hacer la carta de presentación perfecta para una oferta de trabajo

La redacción de una carta de presentación que acompañe y complemente al currículum es uno de los trucos para que una candidatura destaque en un proceso de selección. Con una estructura clara y sencilla, corta pero directa y con los conceptos bien explicados, personalizada y enriquecedora. Estas son solo alguna de las claves que deben incorporarse en el texto de presentación para que una empresa se fije antes en una candidatura que en otra.

En esta guía puedes consultar cuáles son los principales consejos y aspectos a tener en cuenta para escribir la carta de presentación perfecta que llame la atención de los reclutadores. Y para completar la candidatura, desde esta otra guía te explicamos cuáles son las mejores formas de llamar la atención de los reclutadores con el currículum.

La importancia del primer párrafo

En una carta de presentación el primer párrafo lo es todo. De cómo comiences a describirte y a presentar tu candidatura a una empresa dependerá que el reclutador siga leyendo o deje tu redacción amontonada junto con otros papeles.

¿Qué decir en un primer párrafo? No hay una fórmula estrella. Pero debe ser un contenido único, personalizado y que llame la atención de la persona que lo está leyendo para continuar con el resto de la presentación. A la vez, hay que buscar un equilibrio entre la cantidad de información que puede incluirse en este primer párrafo y la brevedad, para no saturar con demasiados datos.

Por ejemplo, una buena opción es presentarte de una forma original, destacar alguna habilidad o aptitud que sea reseñable y aporte valor añadido en tu candidatura para la empresa y detallar algún dato de interés acerca de tu formación o experiencia previa. Si lo prefieres, puedes indicar desde el primer momento cómo has conocido la oferta de trabajo para la que presentas la carta, así como por qué quieres trabajar en esa empresa. Aunque teniendo siempre presente que debe ser breve y no hay que saturar con muchos datos.

Crea una estructura cuidada

En un papel, antes de lanzarte a escribir, lo ideal es que detalles los puntos clave que quieres incluir en la presentación para tener clara la extensión de la carta, así como la distribución de los conceptos.

Una buena opción es guiarte por la norma de un párrafo, una idea, para que sea mucho más fácil explicar e incluir los diferentes puntos en la carta sin que acabe convirtiéndose en un revoltijo de ideas.

Responde a la candidatura profesional

Hay que olvidarse de hacer una carta de presentación totalmente neutra para enviársela a varias empresas. Es un gran error que aburre a los reclutadores y por el que la candidatura pierde enorme valor.

Por el contrario, lo ideal es hacer una carta personalizada para cada oferta de trabajo a la que quieras aspirar. Para responder de forma personal y directa a las necesidades que demandan desde una compañía y destacar todas las habilidades y aptitudes que tiene tu perfil y que pueden servir a la empresa.

En el párrafo dedicado a responder a la oferta específica, puedes incluir las principales habilidades, experiencia profesional y formación, pero solo aquella relacionada con el puesto a cubrir. Para evitar incluir información de más que solo extienda y emborrone la presentación.

Usa un lenguaje sencillo, pero formal

Al contenido debe acompañarle un lenguaje cuidado, sencillo, pero formal. No hay que escribir con un lenguaje forzado que no usarías en la vida diaria, pero tampoco hay que sobrepasar ciertas líneas o expresiones.

Por ejemplo, puedes dirigirte bajo la premisa de usted a la empresa y a los reclutadores, pero escribir el resto del texto con un lenguaje sencillo y sin usar palabras raras o complejas que tengas que buscar en el diccionario porque probablemente no vas a conseguir el efecto de sorprender que buscas.

De manera adicional, más que el uso de palabras o expresiones determinadas, hay que prestar especial atención a la ortografía. Una carta de presentación en la que falten tildes, comas o las frases estén mal estructuradas dice mucho más que el propio contenido.

Invitación a una entrevista personal

Antes de terminar, una buena muestra del interés que una persona tiene sobre una oferta concreta puede demostrarse mediante una sencilla invitación. Además de incluir todos los datos anteriores, qué mejor que invitar al reclutador a realizar una entrevista personal para ahondar mejor en las necesidades del puesto de trabajo a cubrir y comprobar si el perfil del aspirante es el mejor para ello.

Lo bueno, si es breve, dos veces bueno

En resumen, la carta de presentación debe ser breve y enriquecedora. No consiste en repetir toda la información que ya contiene el currículum, sino que esta debe actuar de gancho para que el personal de selección busque tu candidatura y se interese más por ella que por la de otros candidatos.

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