Cómo elegir un software de gestión para mi empresa

No podemos evitar estar inmersos en un mundo en el que la tecnología está presente en todos los ámbitos de la vida. Miremos a donde miremos, hay ordenadores interconectados en empresas grandes, pequeños comercios, instituciones públicas, centros educativos, en nuestros propios hogares… Es una realidad ante la que no vale la excusa de “a mi no se me da bien, yo soy muy mayor para esto…”. Hay que actualizarse y tener en cuenta que el progreso nos ha traído algo maravilloso: la tecnología e Internet. Y en las empresas, esta tecnología es especialmente importante puesto que facilita muchísimo el trabajo, minimiza los errores y el tiempo de realización de las tareas, además de aumentar la eficacia y efectividad de los trabajadores. Todo ello gracias al software de gestión empresarial, herramientas muy sofisticadas de control del proceso de negocio que nos facilitan la gestión laboral, como por ejemplo para la gestión de facturas para autónomos.

Cómo elegir el software adecuado

Pero para lograr esta mejora de la gestión de nuestra empresa gracias a las herramientas de software pare empresas debemos elegir el antes el software adecuado. Un software de gestión empresarial elegido a la ligera no solo no va a ayudar en el trabajo de nuestra empresa, sino que va a ser contraproducente y dificultará nuestro trabajo además de generar nuevos problemas en ocasiones de difícil solución.

Conocer las necesidades de la compañía

Lo primero que hemos de tener en cuenta a la hora de elegir un software adecuado para nuestra empresa es saber el uso que vamos a darle. Las necesidades de la compañía y las prestaciones que esperamos de él son primordiales para conseguir eliminar de nuestra selección aquellos que no nos interesan y quedarnos con el que mejor va a venirnos entre todos los que tenemos para elegir.

Impartir cursos de formación a los trabajadores

Los trabajadores y las personas que se van a encargar de utilizar el software de gestión de nuestra empresa deben estar familiarizadas con dicho software. Si es necesario, se les impartirán cursos de formación antes de la implantación del software. Su conocimiento del mismo va a ser imprescindible y su familiarización también, puesto que, al ser quienes va a manejarlo a diario y a tener un estrecho contacto con él, debe facilitarles la tarea y no lo contrario. Si no, solo conseguiríamos echar piedras sobre nuestro propio tejado.

Decidir cuánto invertir en el software

Debemos tener claro cuánto capital estamos dispuestos a invertir en el software de nuestra empresa. Obviamente, queremos lo mejor. Pero quizás no podamos costeárnoslo. Así que tendremos que asegurarnos si el precio incluye algún extra o se trata de un pack cerrado sin posibilidad de ampliación.

Contratar un servicio técnico adecuado

Un servicio técnico competente es fundamental. No podemos adquirir el software al mejor precio sin que nos garanticen que el servicio técnico es bueno y trabaja cuando lo necesitemos. Muchas empresas abren festivos, noches, y el servicio técnico debe estar disponible para solucionar cualquier eventualidad que pueda surgir y no nos deje tirados cualquier avería en el momento más inoportuno.

Sopesar la contratación de servicios añadidos

Existen servicios complementarios que ofrecen un valor añadido al software de gestión de nuestra empresa. Muchas empresas de software de gestión para empresas saben por experiencia que primero deben ofrecer ‘paquetes’ de software básicos y que, en la medida que el conocimiento y uso de la herramienta crece, ofrecen otros servicios añadidos para contemplar nuevas tareas de gestión empresarial.

El trabajo que tiene que soportar un buen software de gestión empresarial es algo que no debe caer en saco roto. Es algo que hay que tener presente y que debe funcionar a la perfección para que nuestra empresa ofrezca el mayor rendimiento posible con los mejores resultados, que es de lo que se trata.

Expertos

Podemos dejarnos aconsejar por expertos, pero debemos tener en cuenta que cada empresa es un mundo. Cada cual tiene su forma de gestionar las cosas y por eso debemos elegir el software que más se adapte a nuestras necesidades. El objetivo final es incrementar la productividad de nuestra empresa y por eso debemos hacer un análisis exhaustivo calidad-precio para no elegir un software que se no nos ofrezca las prestaciones adecuadas ni uno que sea excesivamente sofisticado para lo que nosotros queremos utilizarlo.

Si nos equivocamos, el resultado puede ser desastroso y dar a pique con la empresa que con tanto trabajo y tanta ilusión hemos conseguido levantar. Lo mejor es un software que se adapte a nuestras posibilidades económicas, que sea fácil e intuitivo de manejar y que nos permita sacar nuestro trabajo adelante con la mayor productividad posible.

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