Cómo elegir un melón: 8 trucos para comprar el mejor
¿Se puede saber qué melón está más rico del montón que hay en la frutería o el supermercado? Sí, se puede, tan solo hay que tener en cuenta unos pequeños trucos para acertar siempre con nuestra elección y comprar un melón que esté dulce y en su punto justo para comer. Algunos de estos consejos tienen que ver con el color, el tacto y el aroma.
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Cómo saber cuál es el mejor melón de la frutería
El melón es una de las frutas estrella del verano junto con una buena sandía. Las dos frutas tienen gran poder hidratante, puesto que tienen un porcentaje muy elevado de agua en su composición y aportan una gran cantidad de nutrientes al organismo. Sin duda, dos excelentes postres durante los días de calor sofocante.
Si hay que ponerle alguna pega al melón, es su precio, cada vez más caro. Precisamente, el ahorro para el bolsillo es motivo más que suficiente para mirar dos veces qué melón elegir. Porque no hay nada que dé más rabia que comprar un melón y, al abrirlo en casa, decepcionarnos porque no está bueno.
Para evitarlo, a continuación puedes consultar algunos de los mejores trucos que puedes poner en práctica para hacer la mejor compra de un melón y elegir el más dulce y jugoso.
El tacto y la firmeza del melón
Al tocar un melón es posible saber si se encuentra en su punto perfecto o si, por el contrario, no es el momento adecuado para consumirlo. La falta de firmeza en la piel del melón, cuando está blando al tocarlo, es un síntoma de que no es la mejor opción de compra, puesto que evidencia que ha sufrido golpes o que está algo pasado.
Un melón debe tener una piel tersa y firme, pero sin que esté excesivamente dura, síntoma de que todavía no ha madurado del todo. Al cogerlo, hay que notar que está ligeramente blando a la par que firme, puesto que de este modo significará que está en su punto perfecto y que, además, estará dulce. Recuerda que, si al coger la fruta y tocarla notas que se hunden ligeramente los dedos, significa que está pasado.
El sonido del melón
¿Alguna vez le has dado algún toque o palmada a un melón? Pues este es otro de los trucos que puedes poner en práctica para elegir un buen melón. En concreto, hay que darle una serie de golpecitos y apreciar el sonido. Si es hueco y vibra ligeramente, es buen melón.
El color
En el caso de los melones tipo piel de sapo, que es uno de los ejemplares más comunes en España, el color verde oscuro es determinante para elegir uno idóneo de maduración para comer. En concreto, hay que descartar aquellos ejemplares que sean de tonos verdes y amarillos, que indican que les falta maduración. Cuando el verde tiende más hacia el amarillo, desvela que está pasado.
En cambio, lo ideal es que el melón tenga un tono verde generalizado, pero que tenga manchas amarillas por todo el cuerpo, lo que indica que se encuentra en su punto justo para comer.
Elegir los melones ubicados en la parte superior
Aunque pueda parecer obvio, los melones que se encuentran en la parte superior del montón de la frutería, sufren menos daño. Es decir, que ante una montaña o torre de melones en las tiendas, los que se encuentren en la parte superior están menos expuestos a posibles golpes y no sufren la presión del peso de otros melones.
El olor
Un melón en su punto y que esté dulce desprende un olor afrutado por sus extremos. Acércate el melón y prueba a olerlo. Porque la ausencia de aroma indica que todavía no está maduro para consumirlo.
El peso del melón
También influye el peso del melón. Si al cogerlo notas que pesa menos de lo que aparenta, elige otro. Un buen melón tiene que pesar, porque su peso es síntoma de la contundencia de la cantidad de fruta que hay en el interior.
El truco del lado ‘abombado’ para saber si es un buen melón
Otro de los trucos que puedes realizar con un melón para saber si es bueno es apretar uno de los extremos. Solamente necesitas ponerte unos guantes de plástico de los que hay en las tiendas, coger el melón por los extremos y apretar uno de ellos con la mano a la vez que pones atención a lo que ocurre con el otro extremo. En el caso de que sea un buen melón, el extremo que no está apretado empieza a abombarse ligeramente.
¿Con o sin grietas?
Es otra de las señales que pueden revisarse para hacer una buena elección. El melón debe tener marcas de grietas en la corteza, tanto en los extremos, como en el centro y a lo largo, pero no muchas. Porque un exceso de grietas puede significar que está pasado o dañado en el interior.