Cómo dormir rápido, las 5 claves para conciliar el sueño
¿Te cuesta conciliar el sueño? Los nervios por un examen final, la ansiedad porque te espera un día difícil en el trabajo o la ilusión por un viaje provocan un estrés en el organismo que muchas personas canalizan sin poder dormir. Si estas u otras preocupaciones te hacen dar vueltas en la cama y no te permiten conciliar el sueño, en esta guía te dejamos algunos trucos y técnicas que puedes probar para dormirte rápido. Una de ellas y que está muy de moda entre los jóvenes, es ver vídeos de ASMR para relajarte.
También es posible que te cueste conciliar el sueño por culpa de las pantallas. Aquí te contamos algunos consejos para dormir mejor a pesar de los móviles.
Contenido de la información:
Todos los consejos que detallamos en esta información son para conseguir dormirse rápido, pero no solucionan problemas de insomnio ni sirven de ayuda en estos casos. Si tienes problemas a diario para dormir, aquí puedes consultar cómo combatir el insomnio.
Relajarse para dormir rápido
Más allá de las técnicas específicas que puedes probar para dormir rápido, una de las claves pasa por estar relajado. Es imposible conciliar el sueño si estás agobiado por algo o tu mente no para de divagar sobre ciertos asuntos. Por ello, la primera técnica que puedes probar es tumbarte en la cama y, con los ojos cerrados, intentar dejar la mente en blanco. Relajarte, disfrutar de la comodidad del momento y no pensar en mañana.
La postura que adoptes a la hora de dormir también influye. Debes sentirte cómodo. Si te tumbas y no encuentras una posición adecuada, sigue buscando hasta que encuentres una en la que te sientas totalmente cómodo. De lo contrario, no va a resultarte fácil conciliar el sueño.
Controlar la respiración
Respirar de una manera lenta y profunda completa la relajación que necesita el cuerpo para dormirse. Para empezar, puedes probar con la famosa técnica de 4-7-8 que consiste en coger aire por la nariz durante cuatro segundos, aguantar la respiración durante 7 segundos y expulsar todo el aire retenido en 8 segundos.
Con ella el cuerpo entra en un estado de relajación total que permite alcanzar el sueño en cuestión de segundos. Esta es una de las técnicas que se ha popularizado como truco para dormirse en menos de un minuto.
Crea un buen ambiente
Nadie mejor que tú conoce tus necesidades para dormir. Por ello, es fundamental que consigas un ambiente perfecto que te invite a dormirte. Si te molesta la luz, tapa cualquier resquicio de luminosidad que puedas tener en la habitación. Y si te molesta el ruido, ciérrate la puerta o compra tapones para los oídos. Una de las claves para dormirse rápido es tener todo a favor y el ambiente es crucial en este sentido.
La temperatura es otro de los aspectos imprescindibles. Si tienes calor o frío, difícilmente vas a poder conciliar el sueño. Por ello, échate una manta de más, abre un poco la ventana o enciende el ventilador. Consigue la temperatura ideal y el sueño te llegará solo.
Beber algo caliente antes de dormir
Tomarse un vaso de leche con galletas antes de dormir es una de las mejores técnicas que puedes probar para dormir rápido. Los cereales de las galletas y la leche son ricos en triptófanos, que interviene directamente en la capacidad para inducir el sueño.
Haz algo relajante antes de dormir
Puedes recurrir a la práctica de aromaterapia, a hacer yoga, leer un libro o darte una ducha de agua tibia. No hay una opción mejor que otra, sino que a cada persona le funciona mejor una técnica que el resto. Para ello, puedes probar las que más te gusten para saber si te ayudan o no.
Otras pautas a tener en cuenta
Además de estos consejos para dormir rápido, hay otros aspectos que debes tener en cuenta para mantener una buena rutina del sueño.
- Lo primero es mantener un horario habitual tanto de irte a la cama como de despertarte. El cuerpo va a acostumbrarse a estas rutinas y ello va a ayudarte a conciliar el sueño.
- Evitar hacer ejercicio o tomar bebidas estimulantes antes de dormir. Lo mismo con el consumo de azúcar justo antes de irte a la cama. Estas prácticas estimulan al cerebro y al organismo, lo que es totalmente contraproducente si quieres irte a dormir.
- Realiza cenas ligeras. Irse a dormir con el estómago lleno va a incomodarte porque vas a sentirte pesado. Como consecuencia, vas a tener muchas más dificultades para dormir. Y lo mismo con el consumo de alcohol, hay que evitarlo porque va a dificultar e interrumpir el sueño.