Cómo denunciar por insultos en Internet y amenazas recibidas

Insultos, amenazas… ¿Quién no los ha sufrido alguna vez en su propia carne? Unas veces contestamos, otras no, otras pensamos… ¿Podré hacer algo, cómo podré denunciar por insultos y amenazas? De hecho, un tercio de los españoles sufre control digital de su pareja. Quizás nos hayamos quedado con las ganas de acudir a una comisaría y poner una denuncia por insultos en conocimiento de la autoridad competente, pero, tal vez por miedo o simplemente por vergüenza, no lo hemos hecho. Puede ni sepamos que se puede hacer una denuncia por insultos. ¿Se puede denunciar por insultos? ¿Sabes qué insultos son denunciables?

Insultos en el Código Penal

¿Me pueden denunciar por insultar? Los insultos no están recogidos en el Código Penal como delitos específicos, por lo que se contemplan en el apartado de delito de injurias. Esto comprende todas aquellas expresiones que atentan contra la dignidad de una persona, ya sea en el ámbito público o privado.

Para que los insultos sean denunciables, deben ser considerados como graves. Es decir, no deben ser insultos comunes, algo que no deja de resultar paradójico.

La denuncia solamente puede ser hecha por la persona agraviada u ofendida, sin intervenciones de fiscales, jueces ni tribunales de oficio, a menos que el injuriado sea un funcionario público.

Denunciar en comisaría de Policía

El mejor modo de proceder a la realización de la denuncia en caso de haber sido injuriado o insultado es personándose en una comisaría de policía. Mediante la identificación personal por medio del DNI, se interpondrá una denuncia por escrito, firmada por la persona que realiza la denuncia.

Si se hace de forma verbal, el funcionario de la comisaría recogerá los hechos declarados por el denunciante, que asimismo habrá de identificarse por medio de su DNI. Evidentemente, sin contar con testigos es difícil de demostrar, puesto que se trata de la palabra del insultado contra la palabra del injuriante que, evidentemente, tratará de negar los hechos ocurridos.

Si tienes dudas sobre si alguien ha podido denunciarte ante la Policía, aquí te explicamos cómo saber si tengo una denuncia.

Insultos por Internet

En la era de la comunicación digital a través de chats, foros, WhatsApp, Facebook o cualquier otra red o servicio de mensajes, internet es un recurso muy apetitoso para “expresar” libremente nuestras opiniones acerca de los demás. ¿Qué ocurre en los casos en que se insulta o amenaza? Pues lo que sucede es que las amenazas, insultos o injurias vertidas en la red, ya sea en redes sociales, chats, blogs o similar, alcanzan una alta difusión en tiempo récord. Esto provoca que existan una gran cantidad de testigos, con lo que la pena puede ser todavía mayor al haberse hecho público el insulto de manera tan flagrante.

Puede considerarse que se coarta el derecho a la libertad de expresión y por eso solo se contemplan como delitos los insultos más graves. Pero, ¿quién pone el límite y decide cuáles son graves y cuáles no? ¿Quién decide acerca del daño moral que un insulto es capaz de causar? En esta otra información te explicamos por qué es importante la libertad de prensa en una democracia.

Uno de cada tres jóvenes sufre insultos y burlas

Los jóvenes españoles están especialmente preocupados por el ciberacoso. De hecho, el 37 % de los jóvenes ha sufrido ciberacoso. De ese porcentaje, un 17 % admite recibir un trato poco amistoso, un 13 % ser objeto de burlas y un 19 % ser insultado. Además, el 63 % de los niños encuestados aseguró saber mucho o algo del ciberacoso. Un estudio de Microsoft sobre el ciberbullying refleja que a más del 54 % de los niños en todo el mundo les preocupa el ciberacoso, cifra que alcanza el 81 % en el caso de España.

Asimismo, un 19 % de los encuestados españoles admitió haber ciberacosado a alguien y un 46 % haber acosado fuera de la red a otros. Y precisamente, las posibilidades de ser víctima de ese acoso por internet se duplican cuando también se es acosador: un 74 % de los que se burlan o amenazan a terceros también sufren ciberbullying, frente al 37 % que no lo hace. Además, el 51 % de los niños que pasa más de 10 horas semanales en Internet tiene más posibilidades de ser acosado online, frente al 29 % que le dedica menos horas a navegar por Internet.

En cuanto al acoso fuera de la red un 71 % de los jóvenes españoles lo sufre y un 86 % reconoce padecerlo tanto fuera como dentro de Internet.

El estudio también pone de manifiesto que aunque los jóvenes quieren hablar con sus padres sobre este tema, solo un 29 % de los niños afirma que se han sentado con ellos para explicarles como protegerse en Internet. Además, de acuerdo con los resultados, no hay un modo de actuación común de los padres a la hora de enfrentarse a este problema y únicamente el 17 % ha afirmado tener conocimiento de unas reglas básicas de conducta online.

En el caso de España y de acuerdo con los jóvenes encuestados, el 71 % de los padres habla con ellos sobre los riesgos online; un 67 % está al tanto y controla el uso que hacen del ordenador y el 59 % les da consejos sobre la protección y navegación por internet.

“Los niños necesitan saber que pueden recurrir a un adulto de confianza, como sus padres, tutores o profesores, quienes hablarán con ellos sobre las preocupaciones online que tengan”, dice Jacqueline Beauchere, directora del grupo Trustworthy Computing de Microsoft. “En Microsoft, ponemos a disposición de los adultos herramientas de productividad y recursos que les ayudan a explicar a los menores cómo navegar seguro en Internet”, añade.

Resultados mundiales
A más de un 54 % de niños en todo el mundo les preocupa el ciberacoso por Internet, según el estudio Global Youth Online Behavior Survey de Microsoft realizado en más de 25 países, entre ellos España, entre febrero de 2011 y enero de 2012. En este estudio han participado más de 7.600 niños con edades comprendidas entre 8 y 17 años.

El estudio se centra en la manera en la que se tratan los jóvenes en la red y en si los padres están mostrando interés por el comportamiento de sus hijos en Internet. Así, los resultados apuntan que cuatro de cada diez niños que participaron en el estudio dicen haber experimentado lo que los adultos consideran ciberacoso y un 24 % de ellos asegura haber hecho algo que los padres podrían considerar como ciberbullying. Solo el 5 % de los padres han participado y se han involucrado en sesiones organizadas en los colegios de sus hijos sobre el ciberbullying, según los niños encuestados.

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