Cómo dejar de pagar la hipoteca durante un tiempo sin perder tu casa
¿Se puede dejar de pagar la hipoteca durante un tiempo si no llego a fin de mes? ¿Y reducir la cuota? Sí, pero solo en determinados casos. En concreto, para poder acogerse a esta situación excepcional de forma temporal, en el contrato del préstamo debe existir una cláusula denominada periodo de carencia.
Es una opción que ofrecen las entidades bancarias a sus clientes y que les permite dejar de pagar la hipoteca al completo durante un tiempo o reducir la cantidad a pagar cada mes. Una medida extraordinaria para superar meses complicados en términos económicos sin que ello genere impagos y aumente el endeudamiento del hipotecado.
Contenido de la información:
Qué es el periodo de carencia
El periodo de carencia de la hipoteca es una de las cláusulas o condiciones que se detallan en el contrato del préstamo. Un aspecto importante a tener en cuenta para evitar endeudarse o no poder pagar la hipoteca en momentos económicos difíciles.
Es una medida que permite a los hipotecados, de forma temporal, asumir el pago únicamente de los intereses del préstamo y dejar de pagar el capital del préstamo. El objetivo es reducir la cantidad de la cuota a pagar por la hipoteca para superar aquellas épocas de mayor gasto sin endeudarse. Y retomar, transcurrido este periodo, el pago correspondiente a la cuota más los intereses. Otra opción, en los casos de mayor gravedad, permite no pagar cuota si se aplaza el pago de la hipoteca de forma total.
En resumen, existen dos tipos de periodos de carencia:
- Por un lado, el que permite reducir la cuota a pagar cada mes y asumir solo intereses
- Por otro, el que permite dejar de pagar por completo la hipoteca de forma temporal
Periodo de carencia para reducir la cuota de la hipoteca
Para entender el funcionamiento de este tipo de periodo de carencia, lo primero que hay que tener en cuenta es que en la cuota de la hipoteca se incluyen dos grandes conceptos:
- Por un lado, el pago de los intereses asociados al préstamo hipotecario
- Por otro, el pago de la cantidad de dinero que te ha prestado el banco para comprar la vivienda
En España, se aplica el sistema de amortización francés, que en la práctica se resume de la siguiente manera:
Al principio, durante los primeros años del préstamo, del 100 % del dinero a pagar por la cuota de la hipoteca, la mayor parte son intereses y apenas se reduce el capital pendiente. Con el paso del tiempo y al final del préstamo, los intereses prácticamente ya se han pagado y el hipotecado solamente tiene que terminar de pagar el capital pendiente.
El hipotecado debe valorar que si se acoge a esta media, se reduce la cuota mensual, pero el capital no disminuye durante todo este tiempo. En la práctica, no se amortiza la deuda principal y cuando se retome el pago, tendrá que asumir en el mismo plazo de amortización del préstamo una mayor cantidad de dinero.
Periodo de carencia del total de la cuota
La otra opción, para las situaciones más complicadas, consiste en aplazar por completo el pago de la hipoteca. Esta posibilidad debe estar reflejada en el contrato del préstamo y antes de acogerse a ella hay un aspecto clave a tener en cuenta. Este “tiempo muerto” permite un alivio temporal del pago de la hipoteca, pero una vez se retomen las cuotas, estas serán más altas, por lo que hay que valorar si realmente es una opción que va a beneficiar a la economía de cada hogar o solamente va a posponer el riesgo de endeudamiento.
Duración del periodo de carencia
La duración del periodo de carencia al que puede acogerse cada cliente varía. En concreto, este periodo puede extenderse desde los pocos meses hasta varios años, dependiendo de las circunstancias concretas de cada caso. Se trata de una posibilidad a negociar con cada entidad bancaria, dado que se dirige a clientes específicos y con unas circunstancias concretas.
¿Conviene el periodo de carencia?
Se trata de una medida a tener en cuenta a modo de anticipación para evitar problemas más graves. En cualquier caso, es fundamental no plantearse dejar de asumir este pago, dado que el proceso que se inicia cuando una persona deja de pagar la letra de la hipoteca no suele tener un buen final.