Cómo controlar el gasto de combustible en las empresas

Cómo controlar el gasto de combustible en las empresas
NOTICIA de Javi Navarro
27.01.2010 - 10:42h    Actualizado 02.02.2023 - 12:48h

Tan sólo el 30 % de las compañías españolas ejerce un control del gasto sobre el consumo de combustible de sus vehículos corporativos, según revela El Observador del Vehículo de Empresa (CVO), promovido por la compañía de renting Arval. El precio de los carburantes se ha encarecido en torno a un 21 % con respecto al año pasado, superando el euro por litro y un cambio en los hábitos de conducción puede suponer un ahorro anual del 20 % en combustible.

El estudio -realizado entre casi 3.400 gestores de flotas de pymes y grandes empresas en doce países con el objetivo de determinar las prácticas actuales del sector- pone de manifiesto que las empresas españolas todavía no son conscientes de la importancia de optimizar el consumo de combustible como medida de ahorro, a pesar de que la movilidad de los empleados es uno de los costes fijos más importantes de las empresas, por detrás de los recursos humanos y al mismo nivel que la informática.

Así, sólo tres de cada diez compañías españolas, frente a casi el 40 % de las europeas, contrata tarjetas de carburante, un servicio básico para medir el consumo, puesto que permite precargar una cantidad mensual destinada a los gastos de peajes y repostaje, beneficiándose además de descuentos en las estaciones de servicio.

Sin embargo, las cifras de Arval revelan cómo las empresas españolas comienzan a sumarse a la “moda verde”, al reorientar su política de flotas hacia vehículos más eficientes como medida para reducir el consumo de carburante. Así, el 26 % de las grandes compañías está reduciendo ya el tamaño del motor de sus coches, mientras que una de cada diez ha rebajado la categoría de sus vehículos.

En este sentido, el Observador del Vehículo de Empresa revela que los vehículos “ecológicos” siguen siendo la alternativa preferida y más realista para las empresas españolas para ahorrar en carbuante, por encima de los vehículos híbridos o eléctricos que se plantean todavía como una alternativa de futuro.

Según el Barómetro del Vehículo de Empresa (CVO) de Arval, casi la mitad de las empresas españolas (47 %) reconoce que en menos de un año incorporará vehículos de consumo eficiente (Eco2, Econetic, Bluetec, etc.). Por su parte, tan sólo la cuarta parte apostará por los vehículos híbridos.

Cambiar los hábitos de los conductores como medida de ahorro

Al margen de la puesta en práctica de “medidas materiales”, el estudio promocionado por Arval muestra que las empresas comienzan a darse cuenta de la importancia de invertir en formación para depurar las técnicas de conducción de los empleados y de esa forma, reducir el consumo, máxime cuando la mitad de los gastos de una empresa en materia de flotas depende del uso que el usuario realice del vehículo.

De esta forma, el 23 % de las empresas españolas organiza cursos de conducción “ecológica” para sus empleados como medida para recortar gastos, teniendo en cuenta que una actitud responsable al volante puede permitir a una compañía un ahorro medio anual por vehículo de hasta 500 euros en consumo de carburante, lo que representa hasta un 20 % menos en la partida dedicada al combustible, por no hablar del impacto favorable sobre el seguro y los costes indirectos.

Cómo ahorrar 6.300 euros al año en llenar el depósito con las tarjetas de combustible

Con el precio de la gasolina en niveles ya del pasado mes de octubre, se hace necesario buscar medidas que permitan optimizar su consumo y una de ellas puede ser la tarjeta de combustible. Concretamente, una pequeña y mediana empresa puede ahorrar una media de hasta 6.336 euros al año en carburante con el simple hecho de proporcionar a sus empleados una tarjeta de pago para los gastos de repostaje, según estimaciones realizadas por Arval.

De esta forma, el análisis, que monetiza los beneficios del control de consumo de carburante por tamaño de empresa, muestra cómo esta fórmula se ha convertido en una medida eficaz de reducción de costes, principalmente, por el descuento que las estaciones de servicio aplican a los usuarios de estas tarjetas en cada litro repostado, como contrapartida al volumen fijo de negocio proporcionado por los operadores de renting. El ahorro puede alcanzar los 31.000 euros en el caso de una gran empresa.

En este sentido, teniendo en cuenta que la media de consumo de un vehículo de empresa es de 5,5 litros a los 100, hablamos de una rebaja de unos 63,3 euros al año por coche con un recorrido medio de unos 28.800 kilómetros anuales (3 % por litro); una cantidad que si bien pasa desapercibida de forma aislada, multiplicada por el total de los vehículos que integran la flota puede llegar a cubrir los gastos derivados de una nueva contratación.

Concretamente, tomando como base la definición oficial de empresa del Ministerio de Industria, Arval explica que una pyme, con una media de 100 coches, consigue economizar al año más de 6.300 euros, lo que supone más de un millón de las antiguas pesetas; mientras que en el caso de una gran compañía, con una flota media de 500 vehículos, el recorte supera los 31.000 euros anuales.

Ahorro en carburante en función del tamaño de la empresa

Tipo de empresa
Nº empleados*

Nº coches Ahorro anual en carburantes**

Ahorro total en contrato***

Microempresa Hasta 9 2 126,7 euros 506,8 euros
Pequeña Hasta 49 15 950,4 euros 3.801,6 euros
Pyme Hasta 249 100 6.336 euros 25.344 euros
Gran empresa A partir de 250 500 31.680 euros 126.720 euros

*según definición de la subdirección general de Fomento Empresarial dependiente del Ministerio de Industria
* * consumo: 5,5 litros/100 kilómetros. Precio de gasolina: 1,4 euros / litro. Recorrido: 28.800 km./año
*** duración media del contrato de renting: 46 meses

Además, dado que los contratos de vehículo de empresa tienen una duración media de cuatro años, el control del gasto de combustible -que representa el 30 % del coste total de la flota- a lo largo de este periodo supone un ahorro de unos 25.000 euros para un pyme y más de 126.000 en el caso de una gran empresa.

Según datos del Informe del Vehículo de Empresa (CVO), promovido por Arval, la escalada del precio de los carburantes ha llevado ya a casi cuatro de cada diez empresas españolas (37 %), frente al 30 % de las europeas, a utilizar este tipo de medida para recortar los gastos de la flota; uno de los capítulos más gravosos de una compañía, junto con la informática y los recursos humanos.

Beneficios fiscales de las tarjetas de combustible

Por otro lado, los beneficios de utilizar la tarjeta de combustible no sólo tienen su reflejo en las cuentas de resultados, sino también en las declaraciones fiscales, puesto que esta fórmula facilita a las empresas la recuperación de hasta el 100 % del IVA del carburante.

Según el director de Operaciones de Arval, César Estrela, “la tarjeta de carburante también permite mejorar aspectos operativos al eliminar trámites administrativos tan engorrosos como las notas de gastos, lo que simplifica al máximo el control del presupuesto destinado al carburante y ahorra tiempo que empresa y empleados pueden dedicar por completo al desarrollo de su negocio”.

Por último, Arval destaca su facilidad de configuración, al permitir fijar variables como el límite del repostaje diario y mensual, restringir su uso durante los fines de semana y festivos o incluso añadir otros servicios a la tarjeta como el pago de los lavados y los peajes.



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