Cómo cambiar la hipoteca variable a una fija y cuánto cuesta

Cómo cambiar una hipoteca variable a una fija y cuánto cuesta
NOTICIA de Jessica Pascual
05.10.2022 - 08:10h    Actualizado 30.11.2023 - 14:56h

El aumento de los tipos de interés y, como consecuencia, de la subida del euríbor y de las cuotas de las hipotecas variables, llevan a muchos clientes a plantearse la posibilidad de pasarse de una hipoteca variable a una fija. ¿Es posible? Sí. De hecho, hay varias opciones para hacerlo: a través de la subrogación de la hipoteca, mediante el cambio en las condiciones del préstamo contratado, trámite conocido como novación del préstamo, o con la contratación de un nuevo préstamo a tipo fijo.

A continuación te explicamos en qué consiste el proceso y los pasos a seguir para cambiar una hipoteca a tipo fijo, así como los costes asociados. Aunque una de las primeras cuestiones a plantearse es saber cuánto sube la hipoteca, para comparar los costes de ambos trámites y valorar si el cambio merece la pena. En el caso de que el precio aumente en exceso, con este trámite puedes evitar que te suba la cuota de la hipoteca ante la escalada del euríbor.


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Claves para cambiar una hipoteca variable a una fija

El proceso para cambiar una hipoteca a tipo fijo varía en función de la vía elegida para hacerlo. Aunque, independientemente, es importante realizar algunas comprobaciones previas antes de tomar la decisión de cambiar la hipoteca.

Para empezar, lo primero que hay que hacer es echar las cuentas para calcular cuánto va a subir la hipoteca. De esta manera, con una cifra aproximada, es posible comparar las distintas opciones para determinar cuál es la mejor.

A continuación, antes de iniciar los trámites con cualquier entidad bancaria, es fundamental conocer la oferta actual para saber cuáles son las mejores hipotecas fijas en 2023 y comparar el cobro de estos intereses con los asociados a las mejores hipotecas variables de la actualidad.

Además, antes de proceder con el cambio es importante tener en cuenta el momento idóneo para hacerlo. En este sentido, hay que analizar dos cuestiones:

  • Los tipos de interés de las hipotecas fijas. Una de las ventajas de este tipo de préstamo es que el cliente siempre paga la misma cuota. Por tanto, es importante elegir el mejor momento en el que los intereses estén más bajos para beneficiarte de un pago mensual menor durante toda la duración del préstamo.
  • Por otra parte, lo ideal es hacer esta gestión del cambio de hipoteca durante los primeros años de vida del préstamo. Porque en esta primera etapa de la hipoteca es cuando más intereses se pagan. En esta otra información puedes consultar en profundidad toda la información sobre si es mejor amortizar la cuota o el plazo de la hipoteca.

Una vez aclarados todos estos puntos, si estás decidido a hacer el cambio, la siguiente decisión a tomar es elegir la vía por la que quieres hacer el cambio: Novación, subrogación o contratación de una nueva hipoteca. A continuación puedes consultar los detalles de cada una de estas opciones.

Cómo cambiar a una hipoteca a tipo fijo

Hay tres vías distintas para proceder a este cambio y pasar de tener una hipoteca de tipo variable a una de tipo fijo. Aunque en cualquiera de estas opciones, la posibilidad de cambiar el interés de la hipoteca depende de que el banco acepte. Las entidades no están obligadas a ofrecer esta alternativa y por ello, la posibilidad está sujeta a varios factores, como la cantidad de deuda pendiente, así como del perfil financiero del cliente y de la entidad con la que quieras negociar.

Novación de la hipoteca

Este término hace referencia a un trámite muy sencillo que permite modificar algunas de las cláusulas del contrato del préstamo original. Es decir, que es una vía para cambiar la hipoteca de tipo variable a tipo fija al modificar las condiciones asociadas respecto a los tipos de interés del préstamo contratado.

Aunque esta posibilidad depende de que el banco acepte estas nuevas condiciones y admita este proceso de cambio. Porque la novación es el resultado del pacto entre el cliente y la entidad para formalizar el cambio de una o varias cláusulas del préstamo.

Subrogación de la hipoteca

La subrogación de la hipoteca es un trámite que consiste en llevarse la hipoteca a otro banco. El objetivo de este cambio es conseguir unas mejores condiciones o, en este caso, cambiar la hipoteca a tipo fijo para evitar subidas inesperadas de la cuota mensual.

Al igual que en el caso anterior la posibilidad de cambio estaba sujeta a la entidad, en la subrogación el nuevo banco debe dar el visto bueno para asumir el préstamo y aceptar el cambio de interés.

Contratar una nueva hipoteca a tipo fijo

Es otra opción, aunque solo es recomendable en determinados casos. La contratación de una nueva hipoteca a tipo fijo para saldar la deuda pendiente de la variable es uno de los trámites más caros de los que se incluyen en esta guía. Pero es una buena opción si quieres aprovechar este cambio para aumentar el capital del préstamo.

Cuánto cuesta cambiarse a una hipoteca fija

Los gastos que deben asumir los clientes al solicitar este cambio de hipoteca varían en función del procedimiento elegido. A rasgos generales, los gastos son los siguientes:

En el caso de la novación, hay que abonar la comisión de la novación, que está fijada en el 0,15 % del capital pendiente durante los tres primeros años del préstamo. Si el cambio se solicita después, puede que el banco no cobre esta partida de dinero. Aunque también puede que si lo haga.

En cuanto a la subrogación, este es un trámite que también tiene asociada una comisión del 0,15 % del capital pendiente durante los primeros tres años. A partir del cuarto, las entidades pueden no cobrarte esta partida.

En los dos procesos, tanto en la novación como en la subrogación, el cliente debe asumir la tasación de la vivienda, que supone una partida de gasto de entre 200 y 400 euros aproximadamente.

En el último caso, en la contratación de un nuevo préstamo, los gastos son mucho mayores. Las principales partidas que tiene que asumir el cliente son:

    • Tasación de la vivienda
    • Posible comisión de apertura del nuevo préstamo, cuya cantidad depende directamente de las condiciones de cada entidad bancaria.
    • Comisión por la amortización anticipada del préstamo anterior, cuya cuantía depende de las condiciones negociadas con la entidad en la que contrataste el préstamo.
    • Gastos de la cancelación de la hipoteca en el registro, cuyo coste puede alcanzar los 1.000 euros.



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