Casi la mitad de los propietarios catalanes decide retirar su vivienda del mercado de alquiler

Cuando se cumple un año de la declaración de zona tensionada en Cataluña, el mercado del alquiler en esta comunidad autónoma ha experimentado una transformación significativa. Según los datos de un estudio realizado por ‘Fotocasa Research’, el 42 % de los propietarios en la región planea retirar sus viviendas del mercado de alquiler.
Esta tendencia ha generado preocupación tanto entre inquilinos como en expertos del sector inmobiliario, quienes advierten sobre las consecuencias de esta reducción en la oferta.
Por otro lado, según detallan desde Alquiler Seguro, la oferta de viviendas en alquiler ha caído en más de 40.000 inmuebles, mientras que la competencia por encontrar un hogar se ha disparado, con más de 300 inquilinos peleando por cada vivienda disponible.
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Caída dramática de la oferta
Tras un año desde que se declaró Cataluña como zona tensionada, podemos ver en datos las consecuencias de esta ley. Principalmente, ha afectado a la caída de ofertas de viviendas residenciales en régimen de alquiler.
La reducción de la oferta este último año ha sido de 39.785 viviendas, lo que supone una caída del 25,7 %, uno de los datos más acusados del país que solo comparten otras comunidades autónomas, como el País Vasco o Asturias, donde la amenaza de declarar zonas tensionadas también ha ahuyentado a los propietarios del mercado.
Antonio Carroza, presidente de Alquiler Seguro, explica que “la declaración de zonas de mercado tensionado en Cataluña ha resultado desastrosa. Se ha destruido el mercado del alquiler residencial, ahuyentando a decenas de miles de propietarios que han optado por otras alternativas y disparando el número de personas que se interesan por cada oferta, lo que dificulta enormemente el acceso a una vivienda para los inquilinos”.
Gran competencia por acceder a una vivienda
Como consecuencia de la drástica reducción de oferta, conlleva que haya una mayor competencia entre los inquilinos de una vivienda. Según los datos del Observatorio del Alquiler, si en 2023 65 personas contactaban con cada oferta que salía al mercado en Cataluña en un plazo de diez días, a finales de 2024, el número se disparó hasta las 331, un buen reflejo de cómo la entrada en vigor de esta medida elevó la presión de la demanda, haciendo más difícil para los catalanes encontrar el hogar adecuado.
La mayor subida se produjo en Barcelona, que en 2023 tenía 81 interesados por vivienda y en 2024 alcanzó los 421, situándose como la provincia con la presión más alta del país. Algunas viviendas en esta provincia han llegado a recibir más de 2.000 candidatos para acceder al alquiler.
Uno de cada tres propietarios solo alquilará para estancias cortas o vacacionales
Más allá del mencionado fenómeno de retirar directamente una vivienda del mercado, la encuesta de Fotocasa Research detecta también la tendencia de cambiar a otros regímenes de alquiler que no estén afectados por las limitaciones a los incrementos de rentas impuestas por la Ley de Vivienda.
El 33 % de los arrendadores catalanes que conocen la normativa, afirma que ya han pasado de un arrendamiento más estable en el tiempo a un modelo de alquiler para estancias cortas o vacacionales.
Igualmente, a causa de las limitaciones de rentas establecidas por la Ley de Vivienda, un 6 % de los propietarios catalanes ya ha empezado a alquilar habitaciones de forma individual en un piso que antes tenían en el mercado como una vivienda entera.
Ley de Vivienda dificultará el alquiler a propietarios e inquilinos
Además del control sobre los precios del alquiler, otra de las preocupaciones expresadas por los encuestados en Cataluña respecto a la Ley de Vivienda es la dificultad añadida para arrendar un inmueble. Entre quienes están familiarizados con esta normativa, ha aumentado en cuatro puntos porcentuales en el último año la proporción de quienes creen que los propietarios tendrán más dificultades para alquilar sus viviendas, alcanzando un 39 % en febrero de 2025.
En contraste, el porcentaje de quienes opinan que facilitará el proceso se ha mantenido casi sin cambios, con un leve descenso de tres décimas hasta situarse en el 15 %. No obstante, una parte considerable de los encuestados no se posiciona ni a favor ni en contra.



