Casi el 75 % de las emprendedoras madrileñas ha sufrido alguna vez crisis de ansiedad
Casi el 75 % de las mujeres autónomas de la Comunidad de Madrid han sufrido, en alguna ocasión, dolor u opresión en el pecho, sintomatología de un elevado grado de ansiedad, según se desprende del estudio “Situación Laboral de la Mujer Autónoma y Repercusión en su Bienestar Psicosocial” realizado por la Asociación de Trabajadores por Cuenta Propia de la Comunidad de Madrid – ATA Madrid, en colaboración del Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo de la Comunidad de Madrid.
Actualmente, la Comunidad de Madrid cuenta con 117.558 trabajadoras autónomas, lo que representa el 30,6 % del total de autónomos de la Comunidad (384.785, a agosto de 2008).
El estudio elaborado por ATA constata que el 78 % de las emprendedoras madrileñas tiene una incipiente inquietud y deseo de conocimiento en lo referente a diferentes cuestiones relacionadas con su salud, puesto que “los problemas psicosociales – apunta Elena Melgar, Coordinadora General de ATA Madrid – han ocupado, y aún siguen ocupando, un segundo plano, dado que los trastornos que ciertas enfermedades y patologías de índole psicosocial desencadenan son invisibles, o no dan la cara de forma directa e in situ”.
El estudio pone de manifiesto cómo, a pesar de las mejoras que ofrecen la Ley 39/1999, de 5 de noviembre, para promover la conciliación de la vida familiar y laboral de los trabajadores, y la reciente Ley orgánica 3/2007 de 22 de marzo, para la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, el 68 % de las trabajadoras autónomas realizan la mayor parte del trabajo familiar y doméstico. “Se trata, en muchas ocasiones,- apunta Melgar -, de mujeres que realizan una doble, o incluso triple, jornada laboral, dentro y fuera del trabajo, a lo que hay que sumar que el 62 % de las mismas, tienen personas a su cargo (hijos, personas mayores, personas dependientes…), lo que supone un exceso de trabajo o cargas personales que repercute de manera perniciosa en la calidad de vida, tanto a nivel laboral como personal, provocando diversas dolencias a nivel físico y mental”.
El dato positivo lo pone el hecho de que el 86 % de las mujeres autónomas de la Comunidad de Madrid se sienten satisfechas con la actividad que realizan en su trabajo, puesto que han elegido libremente la actividad en la cual desarrollar su quehacer diario.
“Desde ATA – apunta Elena Melgar – consideramos fundamental la creación de un observatorio permanente, enfocado a los trabajadores autónomos, que satisfaga los intereses e inquietudes sobre el estado psicofísico personal”. “Es necesario diseñar, planificar, ejecutar y valorar programas de intervención en ámbitos psicosociales, que permitan una prevención primaria, secundaria y terciaria de este tipo de riesgos. Para ello, es imprescindible – concluye Melgar – la contribución por parte de la administración y de las entidades especializadas que actúan como servicios de prevención, jugando un importante papel a la hora de evaluar, investigar y prestar colaboración, creando, entre todos, una conciencia sobre la responsabilidad legal y la necesidad práctica de evaluar los riesgos en el lugar de trabajo, haciendo especial hincapié en los de carácter psicosocial”.