Cambiar las dietas por hábitos, las claves de los expertos para perder peso en verano
Todos los veranos hay muchas personas que sienten la presión social de lucir un cuerpo delgado, máxime cuando el 53,6 % de la población adulta en España tiene exceso de peso, teniendo un 16 % obesidad y un 37,6 % sobrepeso, tal y como señala la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). Este deseo por cumplir con los estándares estéticos impuestos por la sociedad hace que se busquen formas rápidas para perder peso, recurriendo a dietas extremas y restrictivas.
Sin embargo, aunque estas prácticas pueden ofrecer una pérdida de peso inicial, son insostenibles a largo plazo y pueden provocar problemas de salud, como deficiencias nutricionales, pérdida de masa muscular, fatiga e irritabilidad. Además, suelen generar una consecuencia negativa conocida como efecto rebote, por el que se vuelve a recuperar el peso perdido previamente, además de tener otras consecuencias negativas para la salud física y mental.
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Uno de los factores que provoca este tipo de trastorno es pesarse todos los días, algo que no siempre recomiendan los nutricionistas.
Contenido de la información:
Para combatir la obesidad y el sobrepeso y mejorar la salud, los expertos de Cigna Healthcare recomiendan cambiar el enfoque hacia la creación de hábitos saludables sostenibles, planificar las comidas, moverse regularmente, practicar el mindful eating y centrarse en la salud y no en la balanza. “Es crucial entender que el enfoque para conseguir y mantener un peso saludable no debe estar en las dietas rápidas o a corto plazo, sino en la instauración de hábitos saludables y sostenibles de alimentación y estilo de vida”, subraya la doctora Daniela Silva, especialista en Medicina Interna y E-Health Medical Manager de Cigna Healthcare España.
Cambiar las dietas por hábitos
Es preferible poner el foco en la moderación y el equilibrio, en vez de seguir dietas extremas o restrictivas que luego tengan un efecto rebote. Lo ideal es que, en cada comida, se repartan los nutrientes de forma proporcionada y acorde a las necesidades individuales. Además, mantener una buena hidratación (de 1,5 a 2 litros de agua al día) y un correcto descanso (entre 7 y 9 horas cada noche) es clave para alcanzar un estilo de vida saludable y cuidar el metabolismo y el bienestar general.
La planificación, una gran aliada. En muchas ocasiones, una alimentación inadecuada es producto de falta de tiempo para elaborar comidas saludables o para hacer la compra. En este sentido, es importante dejar un hueco semanalmente para planificar las comidas y hacer las compras necesarias para prepararlas. Esta práctica ayuda no solo a comer de forma más saludable, sino también a evitar la tentación de recurrir a opciones rápidas y poco nutritivas.
Dedicar al menos 30 minutos a moverse
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el 31 % de los adultos no cumple con los niveles de ejercicio regular recomendados y, sin embargo, la actividad física es esencial para mantener un cuerpo y una mente saludables. Realizar cualquier tipo de deporte, al menos 30 minutos al día, no solo permite mantener un peso saludable, sino que también mejora el estado de ánimo y nivel de energía, ya que el ejercicio ayuda a liberar endorfinas y dopamina, moléculas relacionadas con la sensación de bienestar y placer.
El sedentarismo es una lacra que aumenta cada año por los estilos de vida sedentarios y a una alimentación poco equilibrada. De hecho, el 36 % de los españoles no hace actividad física y el 53 % no come verduras diariamente, según datos del Ministerio de Sanidad.
Practicar el ‘mindful eating’
La alimentación consciente o mindful eating significa estar plenamente presente mientras se come, evitando distracciones y prestando atención a las señales de hambre y saciedad del cuerpo. Para ello, antes de comenzar a comer, hay que preguntarse si realmente se tiene hambre o si es solo un antojo. Comer sin distracciones, masticar lentamente y prestar atención a las señales de hambre y saciedad del cuerpo, ayudan a evitar comer en exceso.
Poner el objetivo en la salud y no en el peso
En vez de poner el objetivo en la rápida pérdida de peso, es mejor centrarse en metas relacionadas con la mejora de la salud y bienestar a largo plazo. Establecer objetivos pequeños y alcanzables que motiven a seguir adelante e informarse sobre nutrición y salud a través de fuentes fiables, permite tomar decisiones más conscientes y efectivas. En caso de dudas o necesidad de guía y apoyo, es importante acudir a un médico especialista en manejo de peso y a un especialista en nutrición.