¿Bicicleta elíptica o estática? Cuál es mejor para quemar calorías en casa

Bicicleta
NOTICIA de Jessica Pascual
17.03.2024 - 10:11h    Actualizado 17.03.2024 - 10:11h

Las bicicletas estáticas y elípticas son dos de los aparatos más populares para montarte un gimnasio en casa y entrenar. Son fáciles de usar, sirven para quemar calorías y bajar de peso y tienen un montón de niveles e intensidades, para que cada usuario pueda diseñar sus propias sesiones de ejercicio. ¿Pero, en qué se diferencian? ¿Hay alguna que sea mejor que otra para quemar grasa?

En esta guía puedes consultar las principales características de cada una de estas máquinas de entrenamiento para que puedas comprar la que mejor se ajuste a las necesidades y preferencias particulares. Porque resulta fundamental tener en cuenta determinados factores, tales como el presupuesto inicial hasta el espacio que tengas en casa y el objetivo del entrenamiento.

Qué tipo de bicicleta comprar para entrenar en casa

Esta no es una elección fácil, sino que depende de muchos factores. Aunque para responder a la gran cuestión acerca de si comprar una elíptica o una estática, hay diferentes aspectos a tener en cuenta.

  • Las bicicletas elípticas son máquinas de entrenamiento que permiten ganar resistencia y en las que se trabaja todo el cuerpo, tanto el tren inferior, como el superior. No tienen sillín y suelen ocupar bastante espacio.
  • Las bicicletas estáticas son idénticas a cualquier otra bicicleta, pero no se mueven. Tienen sillín, manillar y sistema de pedales. Sirven para trabajar el tren inferior en especial y las hay plegables, ideales para pisos pequeños o para personas con poco espacio en casa.
  • Aunque más allá de los modelos básicos, los más deportistas pueden valorar otras opciones a la venta en el mercado que ofrecen unas prestaciones más completas, como sucede con la mejor elíptica con entrenador cross trainer que permite diseñar sesiones de entrenamiento guiadas con conexión al teléfono para monitorizar objetivos, intensidades y realizar clases personalizadas sin salir de casa.

Diferencias entre bicicleta estática y elíptica

Para elegir el producto de entrenamiento que mejor se ajuste a la rutina de deporte y preferencias de cada usuario, hay algunos aspectos clave a tener en cuenta. Lo primero que hay que saber es que las dos permiten trabajar el sistema cardiovascular y mejorar la resistencia. Están específicamente diseñadas potenciar la pérdida de grasa con el objetivo de perder peso. Con ellas se trabaja en especial el tren superior, es decir, piernas y glúteos. A pesar de esta generalidad, tienen sus pequeñas diferencias.

Las principales diferencias entre una bicicleta estática y una elíptica son las siguientes:

  • Las bicicletas elípticas trabajan el tren inferior, pero también el superior. Se caracterizan porque no tienen sillín y, por tanto, al usarlas se trabaja también la zona de los brazos y el abdomen. Es decir, que es una máquina para trabajar prácticamente el cuerpo al completo. Mientras que en la bicicleta estática se trabaja el tren inferior, aunque con posibilidad de ejercitar también el abdomen durante las sesiones de trabajo.
  • Las bicicletas estáticas ocupan menos que las elípticas. Principalmente, porque entre sus características destaca la posibilidad de plegarse, lo que facilita su almacenaje en cualquier espacio de casa. Por el contrario, las elípticas suelen ser de mayor tamaño y necesitan un espacio considerable y específico en algún lugar de casa.
  • Las bicicletas estáticas, al tener un sillín, son menos intensas para las articulaciones. Por tanto, más recomendables para personas que tengan problemas de rodilla o de otras articulaciones.
  • Respecto a la cantidad de calorías que se queman en cada una de las máquinas, depende de la rutina del entrenamiento, así como de la intensidad de la misma y la duración de la sesión más que de la máquina. Porque las dos tienen distintos niveles de intensidad y se ajustan para adaptarse a la perfección a la altura de cada uno de los usuarios que quieran usarlas.
  • Por último, otro de los aspectos a valorar es el presupuesto. Hay opciones para todos los bolsillos, dado que dependiendo de la calidad de la máquina y prestaciones, es posible comprar modelos baratos, por 100 euros aproximadamente. Hasta optar por otros más profesionales, que alcanzan los 200 euros de precio.



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