Bebés con poco peso por la contaminación
Los bebés con poco peso pueden nacer así por la la exposición durante el embarazo a la contaminación atmosférica, aunque sea dentro de los niveles legales. Científicos de la Universidad de Granada participan en el mayor estudio que se ha realizado en Europa sobre esta materia, que demuestra cómo el crecimiento del feto se ve afectado incluso con una baja exposición a estos contaminantes. En el estudio han participado más de 74.000 mujeres de 12 países europeos, que tuvieron a sus bebés entre febrero de 1994 y junio de 2011.
La exposición a los contaminantes del aire durante el embarazo aumenta significativamente el riesgo de un menor crecimiento fetal. Esto se observa incluso a niveles inferiores a los estipulados en las directivas de calidad del aire actuales de la Unión Europea (UE), de acuerdo con uno de los mayores estudios epidemiológicos prospectivos de su tipo publicado en The Lancet Respiratory Medicine.
Los investigadores estiman que, por cada aumento de 5 microgramos por metro cúbico (5μg/m³) en la exposición a las partículas finas (PM2,5) durante el embarazo, el riesgo de bajo peso al nacer aumenta en un 18 %. Se trata de un aumento habitual de estas partículas que se encuentran en, por ejemplo, las emisiones de los vehículos y los contaminantes atmosféricos industriales. Es importante destacar que este incremento del riesgo persiste en niveles por debajo del límite de calidad del aire existente anual de la UE de 25μg/m³.
Los bebés con poco peso podrían evitarse
Un grupo de científicos de la Universidad de Granada, formado, entre otros por Carmen Freire Warden, Rosa Ramos Díaz, Irene Adamuz Calvente, Rocío Pérez Lobato, Nicolás Olea y Marieta Fernández Cabrera, han participado en este proyecto, cuyos resultados sugieren que una proporción importante de los casos de bajo peso al nacer podría evitarse en Europa si la contaminación del aire urbano, partículas extraordinariamente finas, se redujera.
Los niveles medios de exposición de PM2,5 durante el embarazo en la población estudiada variaron de menos de 10μg/m³ a casi 30μg/m³. Si los niveles de PM2,5 se redujeran a 10μg/m³ (el valor de referencia de la OMS como media anual de calidad del aire), se podría prevenir el 22 % de los casos de bajo peso al nacer de los partos de más de 37 semanas.
14 estudios
Usando datos del Estudio europeo de cohortes para los efectos de la contaminación del aire (ESCAPE), los investigadores combinaron datos de 14 estudios de cohortes en 12 países europeos (Noruega, Suecia, Dinamarca, Lituania, Inglaterra, Países Bajos, Alemania, Francia, Hungría, Italia, Grecia y España), en los que participaron más de 74.000 mujeres que tuvieron a sus bebés entre febrero de 1994 y junio de 2011. En particular, de España participaron 2.623 madres-hijos de Sabadell (Barcelona), Asturias, Guipúzcoa, Valencia y Granada que intervienen en el proyecto INMA-Infancia y Medioambiente.
El estudio en el que ha participado la UGR concluye que todos los contaminantes del aire, especialmente las partículas finas (PM2,5, con un diámetro de 2,5 micrómetros o menos), aumentan el riesgo de bajo peso y de tener una menor circunferencia media de la cabeza en los bebés, después de tener en cuenta otros factores como el tabaquismo, la edad, el peso y la educación de la madre.