Así será la evolución de los monoplazas de la F1
A fin de mantener vivo el espectáculo de las cuatro ruedas, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) tiende a cambiar paulatinamente las normativas sobre los monoplazas y todo lo que rodea al ‘Gran Circo’ de la Fórmula 1. Hay años en que las modificaciones pasan desapercibas y, otros, como el 2017, en que son tan radicales que obligan a estrujarse el cerebro para encontrar la manera de que el coche cumpla estos requisitos y además sea competitivo. La evolución mecánica y visual de los monoplazas es una constante y detrás de ella se encuentran, ante todo, los ingenieros, protagonistas en la sombra y héroes en el anonimato. Pero veamos un poco más cómo es la evolución de los monoplazas.
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Un repaso a la actualidad
En tiempos de dominio de Red Bull, Andrew Newey puso la maquinaría perfecta al servicio de Sebastian Vettel como Ross Brawn en aquel 2009 inolvidable para Jenson Button en Brawn GP.
Esta temporada es Mercedes el que ostenta el poder y la escudería alemana no quiere perder la ventaja que maneja sobre el resto, ni que Lewis Hamilton se baje de la Pole al título y a la victoria cada fin de semana dentro de los pronósticos deportivos. De ahí que en las dos últimas carreras del campeonato Mercedes vaya a probar la fiabilidad del ‘S-Duct’, una de las piezas que podría incorporar en 2016. Ayuda a canalizar el aire por debajo y su finalidad es la de aumentar el flujo y a su vez la carga aerodinámica. Este componente lo usan en la actualidad Red Bull y Force India, entre otros equipos.
El ruido volverá en 2016
Pase o no el examen de Brasil y Abu Dabi, lo que sí se sabe es que los monoplazas rugirán nuevamente sobre el asfalto. Una de las señas de identidad de este deporte desapareció con los motores híbridos en 2014 y su vuelta está garantizada. Así lo contempla el nuevo decálogo de la FIA, que obligará a que los coches tengan “una válvula de descarga en el escape por la que deberán pasar todos los gases”.
¿Quién ganará?
Quizá esto pueda ser lo que más llame la atención a ojos del aficionado en un año de transición hasta el giro de tuerca previsto para 2017. Será cuando las normas hagan de las naves en manos de Hamilton y compañía unas más grandes y con neumáticos más anchos. Todo sea porque los adelantamientos se conviertan en una bonita costumbre. Probablemente, el Gran Premio de Mónaco seguirá sin carril izquierdo, pero no otras paradas clásicas del calendario.
Mejoras
Hablamos de unos nuevos bólidos de dos metros de ancho y que estarán provistos de ruedas de un diámetro 70 cm, es decir, de cuatro centímetros superiores a las actuales. Además, las gomas traseras serán de 45 cm, tal y como informa ‘Auto Motor und Sport’. La misma fuente habla de alerones delanteros de 185 cm y a una altura máxima 27,5 cm del suelo. Cambiará el tamaño de muchos otros componentes como el de las entradas de refrigeración, los endplates, los deflectores y un largo etcétera.
Los coches tendrán mayor punta de velocidad y más agarre, y sobre todo, cobrará utilidad el retrovisor. Se acabará eso de saludar por los espejos al inmediato perseguidor. Y es que salvando las distancias, la F1 quiere poner tanta emoción a una curva como MotoGP. No hay más que ver la revolución que se avecina.