Así es como el alquiler puede acabar con las personas sin hogar y sin techo
España tiene un problema con las personas que carecen de un hogar para vivir. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), por cada 100.000 habitantes hay 71,3 personas sin una vivienda digna en la que vivir. De hecho, en la última década se ha producido un aumento del 25 %, con 40.000 personas más sin sin hogar. En Madrid, se estima que hay un total de 2.900 personas sin casa y unas 1.000 que duermen en la calle. En Andalucía la situación es peor: 5.000 personas viven en la calle.
Ante esta problemática, desde la Fundación Alquiler Seguro han lanzado una iniciativa para paliar el sinhogarismo mediante el alquiler de viviendas vacías. En palabras de Antonio Carroza, presidente de la Fundación, “el alquiler es una herramienta ideal, combinada con el proyecto social y de economía de impacto que lidera la SOCIMI social ‘Tutechô’ y por este motivo desde la Fundación Alquiler Seguro trabajamos a diario con ellos para contribuir a erradicar el sinhogarismo en España”
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En esta otra información, también puedes consultar cómo funciona la rehabilitación de pisos para alquiler del programa Reviva de Madrid.
Contenido de la información:
Proyecto ‘Tutechô’ contra el sinhogarismo
El sinhogarismo es un fenómeno que afecta a 40.000 personas en España. Para tratar de combatirlo, nace la iniciativa ‘Tutechô’, definida como “una solución sostenible al sinhogarismo y a la exclusión residencial y social”. Lo cierto es que en España el 14 % de las viviendas están vacías, lo que se traduce en unos 3 millones de inmuebles que pueden integrarse dentro del alquiler social.
Los objetivos que se propone Tutechô son proporcionar vivienda a las entidades sociales que trabajan en proporcionar un hogar a personas en situación de extrema vulnerabilidad y que con un acompañamiento especializado consiguen y buscan mejorar la salud y bienestar de los usuarios, favorecer la integración social y comunitaria y su independencia económica.
La disponibilidad de un hogar estable también permite a los usuarios regularizar su situación económica, lo que afecta directamente a los estudios, la precariedad laboral o su situación legal y de residencia en el país. El 15 % de los residentes ha podido continuar sus estudios, 3 de cada 10 han podido acceder a un empleo y el 12 % han logrado regularizar su situación en el país.
La iniciativa se dedica a adquirir viviendas vacías que posteriormente rehabilita para cederlas en alquiler a precios asequibles a otras asociaciones, congregaciones religiosas, fundaciones u organizaciones sin ánimo de lucro. Estos precios pueden llegar a tener hasta un descuento del 30 % frente a la renta mensual que tendría la vivienda.
Hasta febrero de 2024, el proyecto ‘Tutechô’ ha conseguido que más de 800 personas abandonen la calle y tengan un techo donde dormir. Además, 149 de ellos fueron menores de edad. De todos los beneficiados, 152 consiguieron una independencia y lograron rehacer una nueva vida.
Los colectivos sociales entre los que impacta este proyecto incluyen sobre todo personas migrantes y refugiadas, pero también personas sin hogar o viviendo en asentamientos o infraviviendas, víctimas de violencia, ex menores tutelados, enfermos o personas con discapacidad.
Hogar y atención en salud
La clave de la recuperación de estas personas es la combinación entre obtener un hogar y un acompañamiento especializado. Muchos de los residentes, además de poder tener acceso a una vivienda digna, han recibido atención en salud física y mental por parte de las entidades sociales que se encargan de la gestión de estos hogares.
Este proyecto también busca incidir en la dimensión de la integración social, a través de la restauración de los vínculos sociales, con la creación de redes de apoyo, la recuperación de lazos familiares, el mantenimiento de la custodia de los hijos o la reducción de la discriminación y la marginalidad.