Apuesta por el derroche energético con la revisión del Código Técnico de la Edificación de 2006
ADECES (Asociación Pro Derechos Civiles Económicos y Sociales) califica de espejismo la limitación de la demanda energética de más de la mitad de las viviendas unifamiliares de España, puesto que están situadas en las zonas climáticas C, D y E, y admiten una demanda energética de calefacción hasta un 52 % por encima de la aceptada para las viviendas en bloque. Según denuncia ADECES, carece de lógica que a las zonas con poco o ningún consumo de calefacción se les apliquen los límites más exigentes y, por el contrario, en las zonas de mayor demanda energética en calefacción se opte por criterios tan permisivos. Sólo cabe decir que se sigue apostando por el derroche energético.
A pesar de que los objetivos declarados de este tipo de normas son, entre otros, promover el ahorro y la eficiencia energética de los edificios, y contribuir así a disminuir la dependencia energética y las emisiones de gases de efecto invernadero, España volverá a quedarse lejos de los países más comprometidos de la UE en esta materia, y desaprovechará, otra vez, la ventaja que ofrece su clima.
Esta es una de las conclusiones del examen de la propuesta el documento básico DB HE “Ahorro de Energía” enviado por el Gobierno a la Comisión Europea, que actualizará el Código Técnico de la Edificación de 2006 y que entrará en vigor al menos dos años más tarde de lo previsto.
El valor límite de la demanda en calefacción y la corrección del límite
Según el borrador que prepara Fomento, en las zonas climáticas C, D y E, el valor límite de la demanda energética en calefacción será respectivamente de 20, 27 y 40 kW.h/m2.año para los edificios de nueva construcción, intervenciones en edificios existentes o cambios del perfil de uso del edificio, siempre que su superficie útil total sea superior a 50 m2.
En las zonas cálidas el límite de la demanda energética de calefacción es de 15 kW.h/m2.año objetivo que ADECES comparte. No obstante, cuanto más fría es la zona, más derroche energético se permite, llegando a los 40 kW.h/m2.año de la zona E, muy lejos de los 15 que debe tener una casa pasiva. La asociación no entiende por qué una casa en el norte de Europa puede alcanzar este objetivo y en Burgos no.
Además, la propia norma establece unos factores de corrección que elevan estos límites de forma muy lesiva para los usuarios de las viviendas unifamiliares situadas en estas zonas, puesto que aplicando los factores de corrección a la superficie media de este tipo de edificaciones, 140 m2 (IDAE), el límite de la demanda de calefacción se eleva a 27, 41 y 61 kW.h/m2.año respectivamente, hasta un 52 % por encima del límite señalado para las viviendas en bloque.
La introducción de estos factores de corrección permite que estos edificios mantengan una alta demanda energética. En consecuencia, el ahorro energético no contribuirá a cumplir los objetivos europeos del 20/20/20 ni a reducir la demanda energética.
Según el Censo de Población y Vivienda del año 2011 y la zonificación climática de España, 4,6 millones de edificios destinados principalmente a vivienda de los 7,7 de un inmueble se verán afectados por este criterio tan laxo, es decir, un 60 % de este tipo de edificaciones.
Una vez más se pone de manifiesto el diseño de una política energética errada, con los consiguientes efectos sobre el medio ambiente y la reducción de la dependencia energética.