Alergia primaveral, medicamentos y remedios para aliviar los síntomas
Es la época del año con las temperaturas más agradables y con más colorido en las calles, pero también es la estación más temida por todos los alérgicos. Y no son pocos. Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Crónica (SEAIC), ocho millones de españoles son alérgicos al polen. ¿Eres uno de ellos? Te contamos todo lo que necesitas saber para combatir la incómoda alergia primaveral.
Además de todos estos trucos, lo más importante es que sepas cómo evitar que el polen entre en casa para respirar tranquilo y olvidarte de los síntomas de la alergia dentro de casa.
Contenido de la información:
¿Qué es la alergia?
Se trata de una reacción de nuestro cuerpo ante un agente nocivo. Cuando nuestro organismo lo detecta, el sistema inmunitario se activa para luchar contra las sustancias que se encuentran en el aire que inhalamos y que básicamente son el polen y el polvo. Es entonces cuando aparece la alergia al polen.
Plantas como las gramíneas causan el 50 % de las alergias respiratorias. Pero no son las únicas. El plátano de sombra es el causante de un 25 % de estas alergias y las plantas parietarias, las hierbas que crecen en lugares abandonados, producen el 20 % de las reacciones alérgicas. En menor medida, los cipreses y los olivos también tienen la respuesta a los síntomas más incómodos, con un 15 % de reacciones inmunológicas.
Síntomas alergia primaveral
Aunque parezcan de sobra conocidos por todos, a veces puede resultar complicado determinar cuáles son los síntomas de la alergia a la primavera. Los más frecuentes son los siguientes: picor de ojos y nariz, dolor de cabeza, cansancio, dificultad para respirar, exceso de mocos y congestión nasal, rinitis, tos, lagrimeo, etcétera… incluso conjuntivitis.
Alergia primaveral: medicamentos
Si te estás preguntando qué medicamento tomar para la alergia primaveral, debes saber que la mejor opción son los antihistamínicos, unos fármacos destinados a bloquear los receptores de la histamina. Los esteroides tópicos nasales también ayudan a reducir la congestión nasal.
Y para la congestión nasal es bueno realizar lavados con suero fisiológico o salino, pero no usar descongestionantes nasales, puesto que crean tolerancia y pueden empeorar la sintomatología a largo plazo.
Por otro lado, las vacunas o inmunoterapia, tratan de potenciar el sistema inmune a través de vacunas que contienen las proteínas de diversos pólenes, ayuda al sistema inmune a ‘luchar’ contra las sustancias del polen. Pueden ser suministradas por vía oral o inyectable en dosis progresivas.
Alergia primaveral: remedios
¿Y cómo podemos combatir la alergia? Además de los medicamentos que ayudan a paliar los síntomas, existen varias medidas que podemos tomar para sufrir en menor medida la alergia primaveral.
Por ejemplo, es importante reducir las actividades y el ejercicio al aire libre hasta las diez de la mañana (entre las 6:00 horas y las 10:00 horas). De igual forma, hay que evitar salir a la calle en días de mucho viento, puesto que la concentración de pólenes es más alta, así como salir en las últimas de la tarde (entre las 19:00 horas y las 22:00 h).
Tampoco hay que olvidar cerrar las ventanas de casa por la noche y las del coche cuando vayas conduciendo. Al salir a la calle, siempre hay que proteger los ojos con gafas de sol.
En cuanto a los hábitos de casa, conviene no secar la ropa en el exterior para que el polen no se ‘pegue’ en ella y emplear el uso de la secadora o secar la ropa en el interior de casa. Y si dispones de jardín, no te tumbes en el césped recién cortado porque los síntomas empeorarán.
Además, también es bueno mantener bien hidratada la garganta, al igual que tomar miel o hacer lavados oculares con manzanilla para aliviar los síntomas, aunque estos remedios naturales no están demostrados científicamente para tratar la alergia primaveral.
Cambiarnos habitualmente de ropa y cuidar nuestra higiene personal, puesto que los tejidos de las prendas o incluso el pelo pueden atrapar partículas alergénicas.
También debemos proteger nuestros ojos con gafas de sol antes de salir a la calle y evitar hacer deporte al aire libre durante los días de mayor polinización.
Asimismo, hay determinados alimentos que facilitan la reducción de los síntomas de las alergias, como por ejemplo la manzana, la cebolla o la zanahoria, aunque hay otros que debemos evitar como los lácteos, el pan o la pasta.
Si vas en coche, mantén limpios los filtros del polen y del habitáculo para evitar que entren los pólenes al interior.
Combatir la alergia con agua de mar
Hay varios trucos muy eficaces para combatir las alergias primaverales relacionados con la climatización y el del aire acondicionado. Por ejemplo, cuando queramos ventilar nuestra casa o lugar de trabajo, se recomienda que no se abran las ventanas, puesto que esto hará que entren las partículas de polen y que se agraven nuestros síntomas. En su lugar es aconsejable el uso del aire acondicionado para ventilar la habitación o de humidificadores.
No obstante, algunos expertos proponen una nueva alternativa para mitigar los efectos de la alergia: agua de mar. Estudios en universidades públicas y privadas nacionales e internacionales han constatado las propiedades y ventajas que el agua de mar tiene para el organismo. Tras un adecuado proceso de recogida y envasado, que se vende en farmacias, contiene los minerales necesarios para el buen funcionamiento de las células.
Por ello, el agua de mar es un producto idóneo para su toma durante la primavera, puesto que ayuda a renovar las funciones orgánicas, resultando lo que los expertos denominan el “florecer celular”. Además, el agua de mar interviene sobre los componentes funcionales, favorece la limpieza nasal por su efecto mucolítico y expectorante y mejora la aclaración mucociliar.
Gracias a la riqueza ionomineral del agua de mar se consigue una acción reparadora de la mucosa, antiinflamatoria y antiséptica, así como una activación de la inmunidad local, es decir, que mantener en equilibrio las mucosas nasales, permitiendo hacer frente a las molestias de las alergias.
Y además de combatir los síntomas de las alergias con estos consejos, no debemos olvidar que siempre se debe seguir un tratamiento adecuado y acudir a un médico, que nos podrá ayudar recetándonos medicamentos antihistamínicos. Si sigues todos estos consejos, la alergia primaveral será historia para ti.
¿Qué tipos de polen son más perjudiciales?
Cada persona responde de una manera diferente a distintos tipos de polen y la capacidad alergénica de cada tipo depende de la época del año y de la región, pues producen distintas concentraciones de compuestos proteínicos que condicionan la intensidad de una reacción inmunitaria alérgica. Los que las sufren desarrollan síntomas alérgicos al contacto con los alérgenos a los que son sensibles, pero hasta ahora la única forma de anticipar la posible gravedad de la reacción alérgica pasaba por medir la concentración de polen en suspensión. No obstante, este método no ofrece información sobre la agresividad del polen, pues esta depende de su grado de madurez. Así, el de una especie vegetal concreta no solamente produce alérgenos distintos, sino que la cantidad de proteínas alergénicas también cambia.
Investigadores de 13 instituciones de Austria, Finlandia, Francia, Alemania, Italia, Lituania, Polonia, Portugal, España, Turquía y Reino Unido se asociaron para llevar a cabo el estudio de tres años de duración Hialine (Red de información sobre la incidencia sobre la salud de los alérgenos aéreos). Este programa se ha financiado con 599.429 euros mediante el programa Salud de la Agencia Ejecutiva de Sanidad y Consumo de la Unión Europea. Su objetivo consistió en determinar la variación natural del contenido de alérgenos en el polen del abedul, la hierba, y los olivos. Y poner en marcha un sistema de predicción, pues estas plantas son las principales culpables de la rinitis alérgica en Europa y el estudio del potencial alérgico de su polen podría ser útil para todos aquellos que reaccionan a él.
El equipo de Hialine ha investigado la conexión entre la concentración de polen y la cantidad de alérgenos que se liberan. Se ocuparon de los más importantes de cada una de las tres especies vegetales anteriores. Bet v 1 (abedul), Phl p 5 (hierba) y Ole e 1 (olivo). Su investigación muestra que la concentración de polen guarda una relación estrecha con la cantidad de alérgenos liberados.
Diferencias por días y regiones
No obstante, el equipo descubrió que existen diferencias en función del día y de las estaciones de medición. “El potencial alérgico se veía modificado por un factor de diez -indicó Jeroen Buters, director del estudio-, o lo que es lo mismo, en los días “intensos” se liberaban hasta diez veces más alérgenos que en cualquier otro momento”.
Las fluctuaciones más acusadas se apreciaron en el polen de gramíneas en distintos puntos de medición. Con una cantidad siete veces superior de alérgenos Phl p 5, el polen de gramíneas de Francia se consideró considerablemente más agresivo que el de Portugal.
En cambio, por su parte, el de abedul mostró variaciones menos acusadas. La distancia no parece revestir tanta importancia, pues de dos puntos de medición de polen de olivo separada entre sí 400 kilómetros, una mostró cuatro veces más concentración de alérgenos que la otra.
El doctor Buters explicó que las condiciones meteorológicas también influyen: “En el punto de medición de Portugal descubrimos una concentración elevada del alérgeno Ole e 1, a pesar de que en aquel momento no había apenas polen en suspensión en Portugal. Realizamos varios cálculos meteorológicos y concluimos que el alérgeno procedía de España, donde el polen presenta un potencial alérgico significativamente mayor”.
El estudio es importante de cara a nuevas investigaciones al respecto y podría desembocar en la creación de mejores tratamientos para los alérgicos. Según apuntó el doctor Buters, “mediante la combinación de mediciones de alérgenos, predicciones de polen en suspensión y datos meteorológicos es posible mejorar notablemente los modelos de alergias utilizados en la actualidad. La única terapia válida contra una alergia es la hiposensibilización, es decir, el paciente debe acostumbrarse progresivamente al alérgeno durante un periodo de tiempo largo. Por ello, en lugar de extractos de polen, los médicos podrían vacunar a los pacientes con proteínas alergénicas, la verdadera causa de la alergia. Este tipo de tratamiento contra la causa del problema resultaría mucho más efectivo”.