Aislar una fachada verde con XPS ahorra el 80 % del consumo energético
El aislamiento térmico de viviendas con XPS es una de las opciones al alcance de los usuarios para mejorar el confort térmico de la vivienda y evitar el derroche en calefacción. Se trata de una alternativa que se instala en las cubiertas y fachadas y que ofrece una gran protección frente al frío. Unas ventajas que se potencian si se instalan en determinados edificios, como sucede con los conocidos como de cubierta verde.
Mario Serrano, secretario general de AIPEX, la Asociación Ibérica del Poliestireno Extruido, explica que la instalación XPS en cubiertas verdes garantiza un elevado confort término, así como ahorro de la energía durante todo el año. Ello es consecuencia, según los expertos, del buen comportamiento de este material frente a las bajas temperaturas. A lo que se suma, explica Serrano, que el uso de este material en la construcción de cubiertas verdes vegetales proporciona una protección extra a la membrana impermeabilizante frente a fenómenos externos, evitando daños.
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Sistema XPS para garantizar el confort térmico en las viviendas
Refugios climáticos, pavimentos drenantes y edificios de cero emisiones. Las soluciones que se proponen para hacer frente a un contexto de aumento del calentamiento global, con sequías persistentes e inviernos con temperaturas cálidas, son variadas y numerosas. Aunque todas ellas coinciden en dos aspectos clave:
- Por un lado, la descarbonización
- Por otro, una mejora de la gestión de recursos escasos como el agua y la energía
Las viviendas con fachadas verdes mejoran el confort térmico
De forma específica, los expertos apuntan a que una de las propuestas que mayor aceptación está teniendo por su valor ambiental y estético es la construcción de cubiertas verdes. Se trata de una apuesta que consiste en introducir sustrato vegetal en los tejados y las azoteas de las ciudades, puesto que tiene grandes beneficios: Desde reducir el conocido efecto como isla de calor hasta mejorar la calidad del aire de la zona. De manera adicional, contribuye además a incrementar la biodiversidad y ayuda a reducir la demanda de energía del edificio en los meses más cálidos.
En la práctica, los datos del Ayuntamiento de Madrid evidencian que una cubierta plana sin vegetación puede llegar a acumular hasta 21 grados más de temperatura que un tejado verde. Aunque Serrano insiste en que el nivel de aislamiento en estos casos concretos puede variar dependiendo del grado de acumulación de humedad en sus diferentes capas.
El aislamiento con XPS potencia los beneficios en las fachadas verdes
Ante los datos y con el objetivo de aumentar el confort térmico en el interior de las viviendas en cualquier época del año, desde AIPEX recomiendan emplear este material en el aislamiento de la cubierta vegetal. ¿Los motivos? Detallan que este es un material idóneo para este tipo de aislamiento en cubiertas porque proporciona un notable incremento de confort térmico en verano y en invierno. Y presenta una excelente resistencia a la humedad, a la compresión y al efecto de los fenómenos externos. Desde AIPEX también explican que el XPS es el material más adecuado para su instalación como aislante en una cubierta verde, ya que ofrece una protección extra frente a la humedad.
Cuánto se ahorra al instalar un sistema XPS
Serrano explica que una vivienda situada en una zona climática fría, de clase D o E, que instalase una capa de aislamiento de entre 150 y 170 milímetros, podría llegar a ahorrar hasta un 12 % de la energía solo con la cubierta con XPS, según se recoge en la Guía Técnica de Rehabilitación con XPS. Y en el caso de que la intervención abarcase toda la cubierta del edificio, podría llegarse a un ahorro de hasta el 80 % de la energía, apunta.
Cómo se instala el aislamiento XPS en una vivienda
Serrano explica que la colocación de estas planchas aislantes se hace por encima de la membrana impermeable, situando entre ambas capas un geotextil que prolonga su duración y protegiéndola contra el ataque de la radiación solar, los cambios bruscos que pueden provocar cuarteamientos, los ciclos hielo / deshielo y las agresiones mecánicas durante la ejecución y uso de la cubierta.
Lo mejor de todo, indica Serrano, es que durante su instalación no es necesario emplear fijación alguna, de tal manera que la membrana permanece intacta, evitándose posibles roturas o la aparición de puntos por donde se fugue la energía y facilitando el acceso a la membrana impermeable, en caso de ser necesario intervenir para rehabilitarla.