10 grados menos de temperatura dentro de tu casa: Cómo lograrlo con el SATE
El aislamiento térmico puede reducir la temperatura de casa hasta 10 grados en los días de más calor. Esta es una de las cifras reveladoras que se extraen del análisis elaborado por Sto, compañía especializada en la fabricación de fachadas SATE, acerca de las ventajas y potencial que tiene la implantación de este tipo de medidas en las viviendas. Un aspecto que se suma a otros beneficios, como la reducción de hasta la mitad de la demanda de energía de las viviendas, el plazo de amortización de la inversión o la larga vida útil que ofrecen estos sistemas.
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Ventajas del aislamiento térmico en casa
Desde el ahorro del 50 % de la demanda de energía de la vivienda, hasta conseguir 10 grados menos de temperatura en el interior de casa en los días de más calor. Estas son algunas de ellas que se suman a la posibilidad de amortizar la inversión en un plazo de máximo 10 años. Estas son algunas de las cifras que revelan que mejorar el aislamiento térmico de casa es una de las mejores opciones para combatir las temperaturas extremas.
En un contexto en el que la subida y la bajada de las temperaturas de los termómetros del último mes han sido las grandes protagonistas, las soluciones de aislamiento térmico se han convertido en una de las mejores opciones para reducir la demanda energética en el hogar y evitar así la pérdida y entrada indeseada de calor o frío. Se trata de medidas que permiten reducir la demanda de energía en cuanto a climatización y refrigeración. De todas las opciones al alcance, “el aislamiento térmico con SATE es una de las opciones más rentables y efectivas para conseguirlo”, apuntan desde Sto.
Reducción de la demanda de energía hasta en la mitad
Hasta un 50 % menos de demanda de energía. Los expertos de Sto señalan que emprendiendo una rehabilitación térmica adecuada en edificaciones antiguas, se pueden conseguir niveles de ahorro en energía demandada de alrededor del 50 % en calefacción y en refrigeración.
A través de estas soluciones, explican, se evita la pérdida y la ganancia de calor o frío. Y se mantiene una temperatura constante en el niterior de la vivienda. Por tanto, como resultado, se optimiza el uso de sistemas de climatización y, por consiguiente, se reduce el consumo de energía a este fin.
10 grados menos de temperatura en verano
El informe de Sto señala que con este tipo de mejoras en aislamiento térmico, como por ejemplo con el aislamiento SATE, puede reducirse hasta 10 grados la temperatura en los días de más calor. Porque cuando las viviendas no cuentan con este aislamiento adecuado, explican, es muy común que con el aumento de las temperaturas, se produzca un incremento significativo de los grados en el interior de las viviendas, en especial, en las casas con orientación sur.
Por ello y, dejando a un lado la opción de encender el aire acondicionado, la mejor alternativa es recurrir a un buen aislamiento que impida que entre el calor extremo, permitiendo mantener la temperatura interior más baja.
Plazo de amortización
Respecto a este asunto, aunque la estimación varía en función a una serie de factores, como los sistemas y materiales utilizados, así como el tamaño y la ubicación de la propiedad, el clima local o hasta el coste energético, el tiempo de amortización de una obra de aislamiento térmico no supera los 10 años en el caso de la instalación de SATE, explican.
En zonas con inviernos fríos o veranos muy calurosos, más aún en aquellos puntos donde se dan ambos escenarios a la vez, el potencial de ahorro es especialmente significativo y, por ello, se recuperará antes la inversión.
Vida útil de estos sistemas
El estudio realizado indica que en condiciones normales y con un mantenimiento adecuado, los sistemas de aislamiento térmico exterior SATE o los de fachada ventilada, dos de las intervenciones de mayor envergadura, pueden alcanzar una vida útil de más de 40 años.
Potencial para aplicarlo en muchas viviendas
Este tipo de sistemas de aislamiento térmico cuenta con un potencial de aplicación en el 80 % de los edificios. En la práctica, las ventajas de este tipo de sistemas pueden hacerse en un elevado porcentaje del parque de vivienda. Una posibilidad necesaria en el caso de las viviendas que todavía cuenta con clasificación E, F y G, según indican desde Sto.